Este artículo se publicó hace 15 años.
Filipinas eleva el nivel de alerta y amplían el perímetro de seguridad ante una erupción inminente
Las autoridades de Filipinas aumentaron hoy a 4 el nivel de alerta y ampliaron a un radio de diez kilómetros respecto al cráter el perímetro de seguridad ante la inminente erupción del volcán Mayón en la región central del archipiélago.
El nivel 4 es el máximo antes de una erupción y fue declarado después de que el volcán experimentara en las últimas doce horas más de 450 explosiones en el interior, según el Instituto de Vulcanología y Sismología (Philvolcs).
Ante esta situación, ya se ha evacuado a 40.000 residentes, cerca del 80 por ciento de la población, mientras decenas de miles de máscaras anti-gas fueron distribuidos esta mañana a los centros de acogida en la ciudad de Legazpi.
El gobernador de la provincia filipina de Albay, Joey Salceda, ordenó el despliegue de cientos de soldados para impedir que los campesinos regresen por la noche e intenten entrar dentro de la zona protegida para atender a sus cultivos, pues la alerta coincide con la época de recogida de la siembra.
Los vulcanólogos creen que el Mayón entrará en erupción en cualquier momento en las próximas dos semanas, y cuando ocurra la explosión, el monte expulsará una columna de humo y ceniza de diez kilómetros de altura.
Sin embargo, el mayor riesgo no es ése, sino los escombros y lava que se acumulan en las faldas del volcán.
Las autoridades recuerdan que en 2006, la última erupción del Mayón no causó víctimas mortales pero sí dejó una gran acumulación de restos que luego se convirtieron en barro por las lluvias y arrastrados por un tifón, enterraron a 1.300 personas en Legazpi y alrededores.
En estos momentos, el río de lava alcanza ya los cuatro kilómetros de longitud y las columnas de ceniza supera los dos kilómetros de altura.
También son preocupantes los fragmentos humeantes de rocas que caen hasta una distancia de unos tres kilómetros del cráter y la toxicidad del dióxido de azufre que expulsa el monte.
Salceda, ha declarado el toque de queda a partir de medianoche y el estado de catástrofe en la zona, medida que le permite dedicar a ayuda humanitaria el 5 por ciento del presupuesto provincial y ordenar evacuaciones forzosas de quienes no desean pasar la Navidad en un refugio.
La actividad del volcán es seguida de cerca por los vulcanólogos desde julio, cuando aumentó su actividad después de casi tres años "dormido".
De 2.462 metros de altura y conocido como "el cono perfecto", el Mayon es uno de los volcanes más activos y bellos de Filipinas y visitado cada año por cientos de turistas.
La peor de sus 45 erupciones conocidas fue en 1814, cuando causó la muerte a unas 1.200 personas y enterró por entero la ciudad de Cagsawa, bautizada como "la Pompeya filipina" y donde sólo se salvó la torre de la iglesia.
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