La Fiscalía pedirá cinco años de prisión para 19 acusados de actos de violencia callejera en Galdácano (Vizcaya), en 2000, entre ellos el presunto etarra Gorka Lupiañez y los dos identificados como responsables de la colocación de dos bombas en el juzgado de Getxo, en noviembre pasado, ambos huidos.

En el juicio que se celebrará en la Audiencia Nacional el jueves y el viernes, el fiscal Vicente González Mota solicitará para cada uno de ellos tres años de cárcel por un delito continuado de daños más otros dos años por desórdenes públicos, aparte de una indemnización de más de 220.000 euros por los daños causados a varias entidades bancarias, viviendas y otros establecimientos.

De acuerdo con el escrito de conclusiones provisionales del Ministerio Público, el 16 de septiembre de 2000, en el marco de las fiestas patronales de Galdácano, los 19 procesados en compañía de otras personas, más de 30 según el escrito, cuya identidad no ha podido conocerse, protagonizaron una jornada de disturbios y se enfrentaron a las fuerzas policiales que acudieron al lugar.

Con sus rostros ocultos y utilizando guantes de látex para evitar ser identificados, los acusados procedieron a cruzar contenedores en la vía pública y a lanzar cócteles molotov, lo que causó daños materiales de diversa consideración en viviendas, sucursales bancarias y otra clase de establecimientos.

En el banquillo de los acusados se sentarán, entre otros, Gorka Lupiañez, detenido el pasado 6 de diciembre en Berriz (Vizcaya), a quien el juez de instrucción Ismael Moreno le acusó de pertenencia a banda armada y tenencia ilícita de armas, ya que en el momento de su detención iba armado con una pistola procedente del robo de 350 armas en un almacén de Vauvert (sureste de Francia) en octubre de 2006.

También están procesados en esta causa, aunque se encuentran huidos, Jurdan Martitegi y Arkaitz Goikoetxea, identificados como las personas que colocaron dos artefactos explosivos en el Palacio de Justicia de Getxo el 11 de noviembre de 2007.