Este artículo se publicó hace 14 años.
El fiscal pide 12 años de cárcel para el capitán del 'Prestige'
Le imputa un delito contra el medio ambiente y daños en espacio natural protegido
Doce años de cárcel para el capitán del petrolero Prestige, el griego Apóstolos Mangouras, y una indemnización de 2.233 millones de euros por la peor catástrofe ecológica sufrida en España. La fiscalía hizo ayer público su escrito de acusación, de 186 folios, después de presentarlo ante el Juzgado de Instrucción número 1 de Corcubión (A Coruña), encargado del caso.
Mangouras aparece como el principal responsable del naufragio que provocó en noviembre de 2002, frente a la costa de A Coruña, una marea negra que llegó hasta Francia. El ministerio público solicita para el marino siete años de prisión por un delito contra el medio ambiente y otros cinco años de cárcel por daños en espacio natural protegido. También pide su inhabilitación para ejercer como capitán de buque durante cinco años.
El juicio por la gran tragedia ecológica podría celebrarse el próximo noviembre
La plataforma Nunca Máis reclamó el pasado lunes que también se impute por la catástrofe al ex director general de la Marina Mercante, José Luis López-Sors, para el que pide cinco años de cárcel. Nunca Máis insiste en responsabilizar al Estado, por entender que fue la decisión de alejar el buque de la costa lo que convirtió el naufragio en catástrofe.
Del total de las indemnizaciones, el fiscal reclama que se paguen 1.974 millones de euros al Estado español, de forma solidaria con las aseguradoras del barco, por los daños causados por el vertido. La fiscalía pide además la apertura del juicio oral, que podría comenzar el próximo noviembre en la Audiencia Provincial de A Coruña.
El abogado de Mangouras, José María Ruiz Soroa, dijo ayer que aún no ha recibido el escrito de acusación, pero que su intención es formular alegaciones y pedir la "absolución" de su cliente.
Nunca Máis pide que se impute al ex director general de la Marina Mercante
En su escrito, el fiscal insiste en las graves deficiencias mecánicas que padecía el buque. Destaca la "falta de funcionamiento de una pieza importante" (denominada master valve), que "fue repetidamente advertida hasta dos días antes del siniestro" por el jefe de máquinas, "sin que tal pretensión fuera atendida".
Según el ministerio público, tales desperfectos "describen una evidente falta de cuidado y atención en su estado general y en elementos necesarios" del barco, que transportaba una carga de 77.033 toneladas de fueloil.
Así, la estructura principal de la embarcación "se encontraba seriamente debilitada". A esto "se unía un deficiente mantenimiento general". Todos estos fallos estructurales, dice el fiscal, "eran plenamente conocidos por el acusado".
Grave imprudenciaEl relato de la fiscalía también señala que Mangouras sabía que las condiciones meteorológicas de la travesía eran malas y, pese a ello, "persistió en su decisión de continuar la ruta prevista, sin buscar refugio en la costa, ni abrigo, en un buque estructuralmente debilitado, con problemas de máquina, sobrecargado y con deficiencias de seguridad".
El capitán actuó, además, de forma equivocada una vez se rompió el primer tanque de combustible, ya que, "en lugar de intentar trasvasar la carga y equidistribuirla por el buque por gravedad", lo que hizo fue llenar de agua los tanques laterales de babor, "con lo que la estructura del buque quedó sometida a unas tensiones de tal nivel que lo llevaron inevitablemente a su rotura".
Tras el siniestro, Mangouras estuvo tres meses preso. Después de depositar una fianza de tres millones de euros, quedó en libertad.
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