Este artículo se publicó hace 16 años.
La Fiscalía pide 15 años de prisión para los etarras Cortázar y Merodio
La Fiscalía del Tribunal Especial de lo Criminal de París pidió hoy 15 años de prisión contra los presuntos miembros del aparato de extorsión de ETA Aitor Cortázar García y Zígor Merodio Larraona.
En el juicio, que se abrió el pasado lunes, los dos presuntos etarras comparecen imputados por extorsión a empresarios vascos y navarros para el "impuesto revolucionario" de ETA, asociación de malhechores con fines terroristas, tenencia y transporte de armas y otros cargos.
El fiscal Christophe Tessier pidió que los dos acusados cumplan efectivamente al menos dos tercios de las penas que dicte la corte, integrada exclusivamente por magistrados profesionales.
También solicitó que les prohíba definitivamente la estancia en Francia una vez cumplidas las sentencias.
En su requisitoria, Tessier destacó que ETA lleva a cabo "una extorsión de fondos que es masiva, que es generalizada" y dijo también que los documentos incautados "sitúan a Cortázar en la estructura directiva de Gezi", el aparato de extorsión de la banda.
Cortázar, de 38 años, fue detenido el 4 de abril de 2003, tras tratar de eludir un control policial cerca de Burdeos (suroeste francés), y se le incautaron una serie de documentos que, según Tessier, demuestran que era "una persona que participaba en la elaboración de la estrategia del aparato financiero, en la elaboración de la estrategia de extorsión" de ETA.
El representante del Ministerio Público hizo una particular referencia a "cuatro operaciones" de extorsión en las que fueron identificados otros tantos empresarios vascos y navarros chantajeados por la banda.
Tessier señaló que Cortázar "había subido escalafones" en la estructura de extorsión como lo muestra que mientras en 2001 estuvo encargado de recibir 5.200 dólares de los propietarios de un restaurante navarro, dos años más tarde "era quien daba las órdenes" para las operaciones de cobro del impuesto revolucionario.
Merodio, que viajaba con Cortázar el día del arresto de éste, consiguió escapar en esa ocasión con otro etarra y en su huida robó un coche a mano armada y secuestró durante tres horas a la propietaria de otro vehículo, hasta que fue finalmente capturado el 1 junio de 2006, en otro control policial igualmente en Burdeos.
El fiscal reconoció que no se pueden atribuir a Merodio, de 33 años, más que "los elementos genéricos" de la extorsión de fondos que sirven para la acusación contra Cortázar.
Pero puntualizó que eso no quita nada a la posición que ocupaba Merodio en el aparato financiero de ETA.
El fiscal justificó la misma petición de pena para Merodio que para su compañero por la implicación del primero en "un secuestro y un robo con armas", que conmocionaron a sus víctimas.
Tessier hizo hincapié en que "el aparato financiero es un elemento indispensable (para ETA) que conduce al balance de 823 muertos y miles de heridos".
Al respecto recordó que según documentos intervenidos a la organización terrorista, ésta había conseguido recaudar, gracias a la extorsión de fondos, más de 1,7 millones de euros en 2001 y más de 1,6 millones en 2002.
Antes de la requisitoria del fiscal, la acusación particular que representa a un policía municipal que casi resultó atropellado en el arresto de Cortázar y a la joven secuestrada por Merodio pidió al tribunal que tenga en cuenta a las víctimas en su dictamen, aunque no solicitó penas concretas, algo que dejó en manos del Ministerio Público.
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