Este artículo se publicó hace 16 años.
La Fiscalía pide más pena para ‘Nanysex’
El castigo podría elevarse de los 39 años iniciales a más de 175
En una sesión marcada por el visionado de las más de tres horas de vídeo con imágenes de vejaciones a menores, el juicio que se celebra desde el pasado lunes en la Audiencia Provincial de Madrid por el llamado caso Nanysex, entró ayer en su recta final con el avance de la conclusiones finales de las partes. El Ministerio Fiscal elevará las penas de los tres acusados por abusos sexuales porque considerará los delitos de forma individual y no continuados como pedía hasta ahora, explicó uno de los abogados de la acusación particular, Manuel Maza, al finalizar la vista.
Con estas modificaciones, según señalaron fuentes judiciales, la pena de cárcel que la Fiscalía pide para el principal acusado de abusos sexuales a menores, Álvaro I. G., podría elevarse de los 39 años iniciales a más de 175. Para los otros dos imputados por abusos, la petición de penas también se eleva: en el caso de José G. C., la Fiscalía incrementa las penas de 24 a 86 años y para Eduardo S. M. pide 16,6 en vez de los 13 iniciales, informa Europa Press. Sólo se ha rebajado la petición de diez a cuatro años para un acusado que responde al nombre de Antonio.
Cárcel por agresiones
Las acusaciones particulares y la acusación popular, que realiza la Fundación Sandra Palo, elevarán su petición de penas porque consideran acreditado que en algunos casos sí existió agresión y no sólo abuso, como pedían hasta ahora. Según explicó el letrado Manuel Maza, su petición de pena para Álvaro podría pasar de los 50 años iniciales
a los más de 100.
Para Maza, en los vídeos se ve “claramente que los menores no acceden libremente a las relaciones”. Según señaló el abogado, queda acreditada la agresión porque en una imagen uno de los niños aparece con la boca tapada y en otra le agarran por la cabeza.
Por primera vez desde que empezó el juicio, que se celebra a puerta cerrada, uno de los abogados defensores accedió a hablar con los medios. José Manuel Orbán, cuyo cliente José G. C., podría enfrentarse a más de 80 años de cárcel, afirmó: “Éste es un proceso hostil desagradable y triste”. Y a continuación se refirió a los imputados: “Los propios acusados son víctimas de sí mismos y tienen que pagar por lo que han hecho”.
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