Este artículo se publicó hace 14 años.
La Fiscalía y la Abogacía del Estado mantienen su petición de 12 años para el ex agente Flórez
La Fiscalía y la Abogacía del Estado han mantenido hoy su petición de doce años de prisión por un delito de traición para el ex agente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) Roberto Flórez, acusado de vender información a Rusia entre los años 2001 y 2004.
Tanto el Ministerio Público como los servicios jurídicos del Estado consideran que durante el juicio, que hoy ha quedado visto para sentencia en la Audiencia Provincial de Madrid, se ha acreditado que el ex espía cometió un delito de traición a la patria al ofrecer a los servicios secretos rusos información que podía comprometer la seguridad nacional.
Sin embargo, la Abogacía del Estado, que inicialmente solicitó como pena alternativa la de 4 años de prisión por revelación de secretos, ha elevado ésta hasta los cinco años, al apreciar que el delito fue continuado, para el caso de que el tribunal no considere probada la traición.
En la última sesión del juicio, que se ha celebrado a puerta cerrada a petición del abogado del Estado para no perjudicar la seguridad nacional, las dos acusaciones han elevado a definitivas sus conclusiones provisionales, mientras que la defensa ha pedido la libre absolución de Roberto Flórez, si bien ha reconocido que el ex agente del CNI tenía en su poder documentos del centro.
Así lo ha explicado a los medios de comunicación el abogado de Flórez, Manuel Ollé, que ha negado que tuviera esos documentos con una "finalidad espúrea de entregarlos, revelarlos, venderlos, ni difundirlos a absolutamente a nadie, ni a ninguna potencia extranjera".
"Por tanto, es imposible que se haya puesto en peligro o se haya lesionado la seguridad o la defensa nacional", ha indicado.
Para la Fiscalía, no obstante, las dos cartas que se encontraron en el domicilio del ex agente en Tenerife cuando fue detenido en 2007 y en las que éste ofrecía su colaboración a Rusia, son un elemento fundamental para pensar que existía la voluntad de revelar información a alguna potencia extranjera.
En una de las cartas -fechada en diciembre de 2001 y dirigida al entonces número tres de la embajada rusa en Madrid, Petr Melnikov- Flórez ofrecía información a Rusia porque se consideraba "una persona de izquierdas" y por su "posición personal contra la política exterior de Estados Unidos", según consta en los escritos de acusación de la Fiscalía y de la Abogacía del Estado.
Durante el juicio, que comenzó el pasado 25 de enero, Flórez explicó al tribunal que dichas cartas eran un supuesto práctico que decidió realizar como "complemento" para una monografía que le habían encargado sus superiores para evidenciar las deficiencias de seguridad de lo que entonces era el CESID.
Ollé ha recordado que "todo el mundo ha reconocido que la monografía se hizo" y que el ex agente declaró que finalmente no entregó las cartas y las guardó en una bolsa de plástico, que es donde las encontraron durante el registro de su casa.
Por último, Ollé ha destacado que los documentos que se hallaron en el domicilio de Flórez en 2007, antes de la entrada en vigor de la ley del Centro Nacional de Inteligencia, no tenían la categoría de carácter secreto o reservado.
En la sesión de hoy también ha declarado un perito -un agente del CNI-, que ha confirmado que todos esos documentos encontrados en casa del ex espía pertenecían al Centro Nacional de Inteligencia.
Por su parte, Roberto Flórez, en su turno de última palabra, se ha limitado a agradecer al tribunal el comportamiento que ha tenido con él a lo largo del juicio.
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