Este artículo se publicó hace 15 años.
Fito reaparece en Santander antes unas 8.000 personas
Fito y sus Fitalpidis volvió anoche al escenario después de dos años sin un directo, sin vérselas con un público que se ha rendido de nuevo ante sus canciones, su entusiasmo contagioso por el rock sin etiquetas y sus ganas de tocar hasta que el cuerpo aguante.
Adolfo "Fito" Cabrales y su banda han demostrado, ante las ocho mil personas que han abarrotado el Palacio de Deportes de Santander, que regresan con mucha fuerza y dispuestos a no defraudar las expectativas que ha levantado una gira que, antes de empezar, ya había llenado estadios.
El rockero bilbaíno ha recorrido, durante dos horas y media, los 10 años largos de su aventura musical en solitario, con algún guiño a sus primeros tiempos, ante un público entregado, que ha coreado sus canciones desde el primer estribillo, el de "Antes de que cuente diez", la canción que da título a su último disco y a la gira.
Fito ha salido al escenario arropado por una banda renovada para la ocasión: a Carlos Raya (guitarra), Joserra Sempere (hammond y acordeón) y Javier Alzola (saxo), que ya lo acompañaron en su exitosa gira anterior, se han unido el bajista Alejandro "Boli" Climent (bajo) y el batería estadounidense Daniel Griffin.
"Por la boca vive el pez", su disco anterior, que presentó en directo en una gira de más de 100 conciertos ante un millón de personas, había puesto el listón muy alto a este artista inquieto que dejó atrás el rock cañero de "Platero y tú" para buscar otros caminos y contar otras historias.
"Estoy muy nervioso, llevo dos años sin subir a un escenario. Pero esto es lo mejor que me ha pasado en la vida", ha confesado después de las dos primeras canciones de la noche, momentos antes de recordar a los pescadores vascos del "Alacrana", secuestrados por piratas somalís, y pedir su regreso.
Y no han faltado las sorpresas, como ese Fito transformado en personaje de animación que, con su inseparable gorra de paño calada, corría desesperado, guitarra en mano, a encontrarse con su público en la primera de las proyecciones que se han sucedido a lo largo de un concierto en el que la tecnología y el lenguaje audiovisual han tenido una destacada presencia.
El cantante vasco ha dejado claro que tanto éxito no le ha hecho olvidar a los músicos que se han cruzado en su camino, le han ayudado a crecer y con los que ha compartido giras menos multitudinarias que la que ahora comienza.
Ha dedicado canciones a Iñaki "Uoho" Antón, su compañero de filas en "Platero" ("No estamos muertos"), a Quique González y a los seguidores que también se han puesto en carretera, desde otras comunidades autónomas, para asistir al concierto.
El público ha cantado sus letras de principio a fin, le ha aclamado, le ha piropeado, se ha entusiasmado cuando ha llegado el turno de "Soldadito marinero", "Por la boca muere el pez", "Tarde o temprano", "La casa por el tejado" o "Todo a cien", su versión del tema de Miguel Ángel Hernando "Lichis", con quien ha cantado, mano a mano, "Barra americana", incluida en el primer disco con los "fitipaldis", "A puerta cerrada".
"Lichis" acompaña en esta gira a su amigo Fito y, mientras el rockero bilbaíno disfruta de un éxito que ha ido creciendo desde que grabó aquel disco, el líder de La Cabra Mecánica cierra una etapa y disuelve el grupo.
Para despedirse de su público ha grabado un disco, "Carne de canción", que recopila lo mejor de un repertorio lleno de humor, ironía y buenas letras, y tres canciones nuevas, que ahora presenta en directo.
A ambos les esperan unos 80 conciertos dentro de una de las giras más esperadas del año. Castellón (13 de noviembre), Mutxamel (14), A Coruña (20), Vigo (219, Córdoba (27) y Granada (28) son las siguientes paradas de un largo recorrido que, ya en diciembre, se detendrá en Canarias, Barcelona, Bilbao y Madrid.
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