Este artículo se publicó hace 13 años.
El FMI no sabe de economía (española)
El Gobierno y La Caixa, los que más aciertan con sus pronósticos
Dice el proverbio árabe: "La primera vez que me engañes será culpa tuya; la segunda vez, será culpa mía". Los organismos internacionales no han dado precisamente la talla antes, durante y después de la crisis como para generar confianza; pero con España, se han lucido.
Tras la ceguera para predecir la recesión mundial, que ya le ha costado a Rodrigo Rato un tirón de orejas de sus antiguos compañeros en el Fondo Monetario Internacional (FMI), estos no lo están haciendo mucho mejor. La realidad es terca y está demostrando que España ha sido uno de los países más injustamente tratados por el FMI y por la OCDE en sus previsiones.
Los expertos señalan que "las previsiones pueden afectar a un tercio del PIB"
Otros muchos se equivocaron con la evolución de la economía española, como demostró ayer el estudio elaborado por la escuela de negocios Esade, cuya Diana Esade se encarga de señalar quién ha tenido más tino, pero el FMI y la OCDE aparecen como los que más exageraron en su pesimismo pese a ser los que mueven, junto con el Gobierno, más tinta y dinero con cada previsión que lanzan al mercado.
En el lado opuesto, los que estuvieron más cerca de acertar con la evolución del PIB en 2010, se situaron el Gobierno y La Caixa.
Los datos del estudio se refieren a los pronósticos de octubre de 2009, cuando el FMI anunció que, en su opinión el mundo estaba listo para iniciar la salida de la crisis, aunque algunos países seguirían rezagados. Entre ellos incluía a España, cuyo PIB, según el organismo que preside Dominique Strauss-Kahn, caería aún un 0,8% en 2010. La OCDE iba más allá y estimaba que la caída sería del 0,9%. El Gobierno, sin embargo, consideraba que la economía encogería un 0,3%. El FMI no dio por buena esta última cifra hasta 12 meses después. Y eso que la previsión del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero resultó ser también pesimista, puesto que finalmente la economía cayó en el pasado ejercicio un 0,1%.
Las repercusiones pueden ser muy graves. "La inversión de las empresas españolas, la de inversores internacionales en España y el consumo de bienes duraderos, que suponen en conjunto un tercio de la economía, se basan en expectativas, por lo que las previsiones de estos organismos impactan sobre la tercera parte del PIB", recuerda José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney, la consultora cuyas previsiones fueron más acertadas en el periodo 2008-2010 (el de la crisis) según Esade.
El plazo entre los pronósticos y los datos oficiales ha sido además suficientemente largo para que haya dado tiempo a una crisis de deuda pública en Europa en la que la confianza ha sido clave. "Y para una economía como la española, con una fuerte necesidad de financiación exterior, todo informe negativo provoca que se incremente el diferencial sobre el bono alemán y se complique la financiación de los bancos", añade Díez.
El pasado 25 de enero, el FMI empeoró hasta el 0,6% sus previsiones de crecimiento de la economía española en 2011. El Gobierno espera un 1,3%. Y el Partido Popular sigue utilizando la horquilla entre ambos datos para cuestionar la credibilidad del Ejecutivo.
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