Un FMI reforzado se atreve con todos

La crisis ha obrado el milagro. El Fondo Monetario Internacional (FMI), una institución cuestionada hace apenas un año por su dudoso valor como guardián del sistema financiero, ha resurgido de sus cenizas gracias a su papel en la coordinación internacional contra la recesión.

Geithner ha sido el principal valedor del papel de Strauss-Kahn

Ante los ministros de Finanzas que se dieron cita este fin de semana en Washington, el director gerente de la institución, Dominique Strauss-Kahn, lució el plumaje rojo y amarillo que carateriza a la mitológica ave Fénix y recordó incesantemente su papel decisivo en la salida de la crisis. Su principal valedor fue el secretario del Tesoro de EEUU, TimothyGeithner, que se estrenaba en estos encuentros y que ofreció al francés todo su apoyo y reconocimiento por su actuación.

El papel de superhéroe financiero reafirmó a Strauss-Kahn en sus posiciones encontradas con la comunidad internacional, que volvieron a quedar patentes a lo largo de la cumbre.

Informe financieroLos países emergentes piden más medidas a los más ricos

La primera fue en la presentación del informe de estabilidad financiera el pasado martes, donde el FMI ampliaba el agujero financiero hasta los 4,1 billones de dólares (3 billones de euros) y advertía de las depreciaciones de activos que pueden tener lugar en los bancos Europeos, hasta los 750.000 millones de dólares. Los dirigentes europeos recibieron con escepticismo esta cifra y el presidente del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet, pidió analizar la "metodología" que utilizaba el Fondo para estos cálculos.

Strauss-Kahn defendió la validez del informe a capa y espada, igual que al día siguiente apostó por la fiabilidad de sus apocalípticas previsiones económicas. "Ojalá acierten los pronósticos más optimistas", zanjó el director gerente. El informe económico del FMI multiplicó por dos la contracción económica para 2009 de países como España y Reino Unido y retrasó la salida de la crisis hasta mediados del 2010.

El momento de la recuperación también llevó a una nueva polémica en el encuentro del G-7 (las economías más ricas del planeta) que situó la salida de la crisis a finales de este mismo año. Strauss-Kahn justificó este ejercicio de optimismo por la necesidad de los gobiernos de infundir"confianza".

El Banco Mundial urge a que el dinero comprometido se materialiceNecesidad de más medidas

Las últimas diferencias surgieron en el encuentro el sábado del órgano rector del FMI, el Consejo Monetario y Financiero Internacional, en el que el FMI sugirió que ya podía ser el momento de pensar en "estrategias de salida" para recuperar el equilibrio en las finanzas públicas. Esta idea de que todo el esfuerzo fiscal ya está hecho discrepa con la de algunos países que creen que todavía es posible ir más allá. Sin ir más lejos, el ministro de Economía de Argentina, Carlos Fernández, pidió a Alemania, China y Japón, países que tienen superávit en la balanza comercial, que aumenten sus esfuerzos.

Argentina, que protagoniza desde hace años un tango de desencuentros con el FMI, fue uno de los cabecillas de otra de las discusiones, esta vieja, sobre el papel del Fondo. Junto con Brasil, Argentina quiere que el organismo no exija tantas condiciones para facilitar créditos a sus países miembros, y mucho menos someterse a la revisión de las cuentas públicas tal y como le ha pedido el FMI reiteradamente para acceder a las líneas de crédito.

Fernández expresó su disgusto con la institución con un: "Irónicamente, ha salido reforzado de esta crisis", pero lo cierto es que la recesión se puede poner también del lado de las tesis argentinas ya que el organismo se ha comprometido a pedir menos requisitos para la concesión de créditos.

Pero si el FMI ha sido el caballo ganador de la crisis financiera, el Banco Mundial (BM), cuya misión principal es ayudar a los países más pobres, ha quedado relegado, falto de los fondos necesario para poner en marcha las políticas necesarias. El BM urgió ayer mismo a materializar los recursos comprometidos por los países miembros y a tomar más medidas que ayuden a los países pobres a salir del desastre.