'La recuperación económica ha comenzado, lo que no significa que la crisis haya terminado'. Con este aparente contrasentido, el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, describía ayer la situación económica que protagoniza la economía mundial. El organismo que preside presentó ayer sus previsiones económicas globales para el próximo ejercicio, con una generalizada revisión al alza por segunda vez consecutiva. En conjunto, el PIB del planeta crecerá en 2010 un 3,1%, seis décimas más de lo previsto por el mismo organismo hace apenastres meses.

Sin embargo, los 'riesgos' acechan y para refrenar cualquier tipo de 'complacencia' política, el Fondo advierte de que el crecimiento será muy lento y de que 'por algún tiempo' no será suficiente para combatir el desempleo, el gran reto de la recuperación. Además, el informe prevé un repunte de la pobreza en los países en desarrollo.

Detrás de la mejora de las previsiones se esconde el efecto de los planes de estímulo y el fortísimo tirón de los gigantes asiáticos, que impulsarán la demanda global y volverán a engrasar las piezas del sistema económico. Con todo, el Fondo señala que es demasiado pronto para retirar los planes de estímulo y recomienda a los países desarrollados mantenerlos durante el próximo año, jugando con el difícil equilibrio de dinamizar la economía y contener los déficits públicos. En este sentido, el organismo sugiere una reforma estructural de los sistemas sanitarios y los fondos de pensiones para tapar los abultados agujeros de las cuentas públicas.

Con la revisión al alza, el FMI apunta a que países como Alemania (que predice crecerá un 0,3%, frente a la caída del 0,6% pronosticada en julio) o Francia entrarán en terreno positivo el próximo ejercicio, lo que salvará, por los pelos, a la zona del euro de una nueva contracción. El tímido avance de la zona del euro (0,3%) choca con la relativa fortaleza de EEUU, que crecerá en 2010 un 1,5%, pese a estar en el epicentro de la crisis. EEUU se recupera de nuevo rápidamente de su neumonía, mientras la Vieja Europa permanece convaleciente de un catarro mal curado.

España sigue en recesión

También España registra una ligera revisión al alza en el escrutinio del Fondo, que prevé que este año el PIB caiga un 3,8%, en línea con la previsión oficial, y deja el recorte para 2010 en una caída del 0,7%, que es el peor dato de las grandes economías mundiales. Así, España se convierte en el único país del G-20 que registra una nueva contracción de su PIB en 2010. Esta es también la previsión del Ministerio de Economía español aunque con una caída de sólo un 0,3%.

En la zona del euro sólo tres países acompañarán a España con números rojos: Irlanda, que cae un 2,5% (lo que junto con la caída de este año del 7,5% y la del 3% de 2008 borra de un plumazo años de bonanza económica), Grecia y Luxemburgo. Italia logra, según el FMI, recuperar el crecimiento en 2010 pero, junto con España y Japón, conforma el trío de entre las grandes economías que acumula dos años consecutivos de recesión (2008 y 2009).

Los cálculos del informe están realizados con unas hipótesis del entorno macroeconómico bastante diferentes a las que maneja el equipo de Elena Salgado, por ejemplo en sus estimaciones de precio del petróleo y del dólar.

A este respecto, la vicepresidenta económica criticó los datos del FMI por no ser realistas, informa Daniel Basteiro. Desde Gotemburgo, donde participó en la reunión del Ecofin, Salgado recordó que el FMI ha revisado varias veces sus previsiones y dijo que la tasa de paro no superará en 2010 el 18,9% de la población activa, como estima el Gobierno, en contraste con la previsión del 20,2% del organismointernacional.

Salgado no sólo no considera que esas previsiones no se cumplirán, sino que es necesario que el FMI cambie su manera de elaborarlas. 'Tenemos que hablar con el Fondo para explicarles algunas cosas que no han entendido bien', dijo la vicepresidenta. Para ella, la austeridad de los últimos presupuestos y la inversión en un nuevo modelo productivo no han tenido el peso que les correspondía en las estimaciones del Fondo.

La vivienda caerá más

El informe dedica un amplio capítulo a la corrección del mercado inmobiliario, en el que recuerda que tras las burbujas los precios se suelen corregir de media un 25% durante un lustro.Sin embargo, la última burbuja de precios ha durado el doble que las anteriores y ha duplicado la subida respecto a los ciclos alcistas.

Por eso, aunque de media los precios han corregido ya un 20%, el organismo espera mayores correcciones en la vivienda, sobre todo para España, Dinamarca y Reino Unido. Según los cálculos del FMI, el esfuerzo que un español tiene que hacer con sus ingresos para comprar o alquilar una casa sigue estando muy por encima (más que en ningún otro país) de la media histórica. El impacto en la economía real de la caída del precio de la vivienda tiene un peaje muy alto: un 10% de recorte en el precio de los pisos puede llegar a causar, un año después, una contracción del 2% en el PIB, un 2,5% en el consumo y un 15% en la inversión residencial.