El Ministerio de Fomento ha anunciado hoy que el próximo sábado se podrá reabrir una de las vías afectadas por las obras del Ave en Bellvitge si el informe técnico confirma que se dan las condiciones de seguridad, lo que permitiría reanudar parcialmente la circulación en la línea de Cercanías C-2 sur.

Tras la reunión semanal del Centro Coordinador de las Operaciones Ferroviarias en Barcelona (Cecof), el secretario de Estado de Infraestructuras, Víctor Morlán, ha informado de que el 57% de los usuarios habituales de la línea C-2 sur, una de las tres de Cercanías de Renfe afectadas por la aparición de socavones, podrán volver a utilizarla para llegar hasta Barcelona, aunque en algunos casos no en la totalidad del recorrido.

La otra vía de la zona de Bellvitge -en la localidad barcelonesa de L'Hospitalet de Llobregat-, en cuyo subsuelo se detectaron mayores zonas de inestabilidad, no recuperará la normalidad hasta el 30 de noviembre, según las previsiones del Ministerio de Fomento, que mantendrá el operativo de transporte alternativo mediante autobuses hasta esa fecha para dar servicio a los usuarios de las líneas afectadas: C-2 sur, C-10 y C-7.

Los trenes de media distancia con destino a Barcelona seguirán teniendo su parada final en Sant Vicenç de Calders (Barcelona), mientras que los de larga distancia mantendrán su parada en Tarragona, excepto algunos convoyes durante el fin de semana, como ocurre desde el 20 de octubre.

La medida anunciada por Fomento, que está supeditada al aval técnico de las empresas constructoras, beneficiará a unos 51.600 usuarios -el 57% de los más de 90.000 que utilizan a diario la C-2 sur-, aunque no todos los convoyes de este ramal llegarán a Barcelona-Sants a partir del sábado.

Renfe ha diseñado un dispositivo provisional para que algunos trenes circulen hasta la principal estación ferroviaria de la capital catalana y otros de esta misma línea C-2 sur se detengan en Gavà (Barcelona) y los usuarios hagan un transbordo a los autobuses habilitados en el marco del plan alternativo de transporte.

Morlán, que la semana pasada se mostró partidario de poner en servicio las dos vías de Bellvitge al mismo tiempo precisamente para evitar introducir cambios en el plan alternativo de transporte, defendió hoy la postura adoptada por Fomento: "recuperamos una vía que, con todas las limitaciones que eso supone, va a suponer una mejora del servicio para mucha gente".

"Espero que no se genere ningún caos", ha afirmado Morlán, antes de defender la capacidad de Renfe y Adif de informar a los ciudadanos de los cambios a través de equipos desplegados en cada una de las estaciones de la C-2 sur, entre otras medidas.

Las obras del AVE en la zona de Bellvitge, donde aparecieron algunos socavones debido a la inestabilidad del terreno, continuarán paralizadas hasta la conclusión de los trabajos de sellado de las juntas de las pantallas y del refuerzo del subsuelo, para los que todavía no hay un calendario concreto.

El secretario para la Movilidad de la Generalitat, Manel Nadal, destacó que el restablecimiento parcial de la línea C-2 sur forma parte de un plan "provisional".

"No estamos en absoluto satisfechos con un planteamiento que no supone el restablecimiento de Cercanías", afirmó Nadal, antes de subrayar que todavía no existe una fecha concreta para la normalización total del servicio ferroviario.

El gobierno de la Generalitat ha considerado comprensible que se haya generado en Cataluña "un clima social de preocupación y de razonable indignación" por el estado de las infraestructuras, especialmente las ferroviarias, y ha atribuido los problemas al "déficit acumulado de inversiones".

El secretario general del PP, Ángel Acebes, anunció que su partido elabora un plan integral de infraestructuras que detallará todas las necesidades de Cataluña hasta 2014 como antídoto a "chapuzas" como la realizada por el gobierno del presidente José Luis Rodríguez Zapatero en Cercanías.

Mientras, el PSC señaló que, a diferencia de ERC e ICV, su partido tiene como un elemento de "cohesión básico" su solidaridad con el Gobierno, ante una petición de dimisión de la ministra de Fomento que aunque se apruebe en el Parlament "no servirá de nada".