Este artículo se publicó hace 17 años.
El Foro Global se clausura con una llamada de atención a lograr una sanidad mundial más justa
El Foro Global de Salud, que contó con la participación de la directora general de la OMS, Margaret Chan, se clausuró hoy en Pekín con una llamada a un sistema de salud mundial más equitativo, en el que no se privilegien los pacientes de las ciudades sobre los del campo o a los de unos países sobre otros.
China, un país donde las diferencias entre un moderno hospital de Shanghai o un ambulatorio del remoto oeste del país son máximas, es uno de los grandes ejemplos de la desigualdad sanitaria, aunque también de los esfuerzos de su gobierno por acabar con ella, señaló uno de los fundadores del Foro, el brasileño Carlos Morel.
"El ministro de Salud chino, Chen Zhu, explicó cómo se está empezando un proceso para establecer un sistema nacional de salud hacia 2020. Es una tarea gigantesca que no va a ser fácil", destacó el experto, antiguo jefe de investigación para enfermedades tropicales en la OMS.
Morel señaló que no se trata de un problema exclusivo de los países en desarrollo, pues "EEUU tiene millones de personas sin sistema de salud, cuando es el país que más invierte en investigación".
Por el contrario, añadió, "un país como Sri Lanka tiene un sistema de salud mucho mas pautado por la equidad", ventaja que también presenta "Cuba, pese a ser pobre y a los problemas del bloqueo".
El subdirector del foro, Andrés de Francisco (colombiano), también citó ejemplos de países como México, Brasil o Colombia, donde pese a que sigue habiendo muchas desigualdades, hay buenas iniciativas.
"Se han hecho experimentos muy interesantes por ejemplo en México, donde hay una interacción entre las iniciativas para disminuir la pobreza con los servicios de salud por medio de seguros populares", explicó.
Morel por su parte destacó la importancia de que China esté prometiendo en su sistema sanitario "una política de Robin Hood, de quitar a los ricos para dar a los pobres", ya que el país asiático tiene una creciente influencia en África, Latinoamérica y otras naciones en desarrollo.
"La acción de China en África es mucho mas potente que todas las acciones de ayuda para el desarrollo de los países occidentales", destacó Morel, quien recalcó que aunque Pekín la lleva a cabo en beneficio propio, tiene consecuencias positivas para muchas naciones y es, por ejemplo, gran motor de crecimiento económico de países como Chile (a quien China compra grandes cantidades de cobre).
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