El atribulado grupo financiero Fortis registró en 2008 unas colosales pérdidas de 28.000 millones de euros debido a los extraordinarios negativos de actividades bancarias desmanteladas por los estados de Bélgica y Holanda.

El grupo, disgregado el año pasado mediante un rescate estatal, dijo que los negocios bancarios discontinuos causaron pérdidas de 27.400 millones de euros, 20.800 millones en la parte de propiedad belga y 8.600 millones en la holandesa.

En el negocio de seguros, el grupo tuvo un beneficio de 6 millones de euros tras un impacto negativo de 639 millones de sus carteras de inversión.

Holanda, Bélgica, Holanda y Luxemburgo se repartieron Fortis el pasado octubre después de que una inyección de 11.200 millones de euros no lograse calmar a los inversores.

La composición precisa del grupo está aún en duda.

El banco francés BNP Paribas está dispuesto a comprar el 75 por ciento de Fortis Bank, el que fuera el brazo bancario belga del grupo cotizado Fortis Holding y que ahora está en manos públicas.

Los accionistas de Fortis, que bloquearon el mes pasado las anteriores condiciones de la desintegración del grupo, votarán términos revisados en junta los próximos 8 y 9 de abril.

Si votan a favor, Fortis se convertiría esencialmente en una compañía de seguros, con una filial principal belga y actividades internacionales en Reino Unido, Portugal, Hong Kong y otros países.

Las acciones de Fortis, antes consideradas como inversión "segura" y de las que eran propietarios muchos belgas, son ahora un título especulativo.

El lunes cerraron en 1,344 euros, frente a los 30 euros que costaban en abril de 2007, justo antes de la infortunada opa por su rival ABN AMRO.