Este artículo se publicó hace 14 años.
Fortuny, el mago de Venecia
Unas 300 obras de Mariano Fortuny Madrazo, hijo del pintor Marià Fortuny, ilustran en una exposición en La Pedrera las múltiples facetas creativas de este artista, como la pintura, el grabado, la escenografía, la luminotecnia,
La exposición reivindica la figura de Fortuny Madrazo como el Leonardo del siglo XX, como su amigo el escritor Proust le denominaba. De hecho, Mariano Fortuny encarna el ideal del artista-artesano que buscaba siempre soluciones innovadoras.
Educado en un ambiente refinado y culto, especialmente propicio para el desarrollo de sus inquietudes intelectuales, Fortuny Madrazo, que nació en Granada en 1871, fue un artista ecléctico y en constante transformación.
La exposición, que estará abierta al público en La Pedrera de Caixa Catalunya hasta el próximo 27 de junio, se adentra en los trabajos escenográficos que Mariano Fortuny hizo para la ópera Tristan e Isolda de Wagner, que se representó en la Scala de Milán en 1899. En esta ópera, Fortuny planteó escenografías y vestuario, aunque todas las críticas destacaron los "bellos e ingeniosos efectos luminotécnicos conseguidos". Precisamente, en 1900 Fortuny Madrazo registró su primera patente del Sistema de Iluminación Escénica por Luz Indirecta, que trasladó a toda Europa.
Construyó también la denominada Cúpula Fortuny, un dispositivo escénico que daba una dimensión a la escena a través de la luz; y por primera vez instaló una cabina de dirección de iluminación al fondo de la sala desde donde controlar los efectos de luz, un ingenio que en colaboración con AEG acabó situando en multitud de teatros alemanes.
En Venecia, junto con su modelo y después esposa Henriette, creó en su Palazzo Pesaro Orfei, un palacio del siglo XV, un taller de estampación de tejidos. Sus telas, sus tejidos y sus estampados fueron ganando fama y un lugar preeminente en el mundo de la moda y de las artes decorativas en los inicios del siglo XX.
Entre esos modelos destaca el vestido femenino Delphos, de inspiración helenística que lo consagraría internacionalmente, después de que fuera adoptado por actrices como Sarah Bernhardt, artistas como Isadora Duncan o aristócratas como la marquesa de Polignac.
En 1909, Fortuny consiguió patentar en París un tela plisada de seda hecha con una máquina especial que él mismo había inventado, y también patentó un procedimiento de estampación polícroma sobre tejidos o papel. La producción del Palazzo Pesaro Orfei adquirió tal volumen que Fortuny Madrazo abrió dos boutiques, una en París y otra en Londres.
Fortuny, el mago de Venecia
Hasta el 27 de junio de 2010.
La Pedrera de Caixa Catalunya.
Paseo de Gracia, 92. Barcelona.
Más información en el tel. 902 400 973.
Web: http://obrasocial.caixacatalunya.cat/osocial/idiomes/1/fitxers/cultura/fortuny/index.htm
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