La francesa ex rehén de los etarras que asesinaron a los guardias civiles se siente abandonada

La francesa Fanny Tilhet, que fue secuestrada durante más de dos horas por el comando de ETA que asesinó a dos guardias civiles españoles el pasado día 1 en Capbreton (Landas, suroeste del país), se siente "abandonada".

Así lo confiesa Tilhet en la edición dominical de "Le Parisien", que la incluye entre los que se salvaron "milagrosamente" en 2007.

Esta madre de familia, que fue interrogada de forma exhaustiva por los investigadores en las horas y días que siguieron a los hechos, está muy marcada psicológicamente por el secuestro y, además, afronta problemas materiales derivados del robo de su coche, que sigue sin aparecer.

El 1 de diciembre fue víctima del comando etarra -dos hombres y una mujer- cuando salía de una peluquería en Haut-Mauco (las Landas) y se disponía a salir de un aparcamiento al volante de su Peugeot 307 familiar.

Poco más de una hora antes, el comando de ETA había tiroteado a dos guardias civiles en Capbreton, en un hecho sin precedentes en Francia.

Un atentado que dos semanas después la banda reivindicó en un comunicado en el que advirtió de que seguirá atacando a las fuerzas de seguridad españolas "sea donde sea".

Después de estar encerrada durante unos kilómetros en el maletero del coche, Tilhet pudo sentarse en el asiento trasero, junto a la mujer etarra, que trató de aliviar su temor de que la iban a matar.

Antes de dejarla amordazada y atada a un árbol en una zona forestal al sur de Burdeos, uno de los etarras le dijo: "esta noche le contarás la historia a tu hijo".