Este artículo se publicó hace 14 años.
Francia elevará la edad de jubilación
El Gobierno francés anunció el miércoles que aumentará la edad de jubilación e incrementará los impuestos a quienes más ganen dinero en una reforma largamente esperada que apunta a equilibrar el fuertemente endeudado sistema de pensiones para 2018.
Bajo el plan, la edad mínima para la jubilación se elevará a 62 años desde los 60 años actuales durante los próximos ocho años y varios nuevos impuestos sobre plusvalía y rentas de inversiones entrarán en efecto desde 2011 para ayudar a hacer frente al déficit.
El presidente Nicolas Sarkozy espera que la reforma muestre su seriedad para rebajar drásticamente el déficit público récord y la deuda y permita a Francia aferrarse a su preciada clasificación crediticia AAA de su deuda soberana.
Pero se enfrenta a una batalla potencialmente dura con grandes sindicatos que prometieron luchar contra la reforma, describiéndola como un brutal ataque a los derechos de los trabajadores.
La reforma será enviada al Parlamento para su esperada ratificación en septiembre, mientras los sindicatos anunciaron un día de protesta, el 24 de junio, esperando ganar apoyo y forzar concesiones.
El sistema estatal de prepago de pensiones está previsto que registre un déficit de 32.000 millones de euros (39.000 millones de dólares) este año. Para 2050, con una población en envejecimiento, el déficit está estimado que aumente sobre los 100.000 millones de euros.
POBLACIÓN EN ENVEJECIMIENTO
El ministro de Trabajo, Eric Woerth, dijo a periodistas que la reforma es esencial y advirtió que el problema no podría ser ignorado.
"No podemos ignorar el hecho de que la población francesa está envejeciendo. Debemos afrontar este hecho. Nuestros homólogos europeos lo han hecho trabajando más. No podemos evitar unirnos a este movimiento", aseguró.
Aún con el cambio propuesto, Francia aún tendrá una de las menores edades de jubilación dentro de las naciones desarrolladas. Alemania está ampliándola desde 65 años actualmente hasta 67 años en 2029 y Reino Unido a 68 años para el 2046.
Entre otras medidas, Woerth también dijo que será necesario trabajar al menos 41,5 años para 2020 para tener derecho a una pensión completa a los 62, frente a los 40,5 años actuales, y además los trabajadores del sector público tendrán que pagar mayores contribuciones, en línea con el sector privado.
Además explicó que su propuesta significa que las cuentas de pensiones lograrán un equilibrio para 2018 y registrará un pequeño superávit para 2020. Sus previsiones están basadas en la premisa de que la tasa de desempleo será del 6,5 por ciento en 2018, un nivel no visto en el país desde 1981.
Woerth igualmente anunció que el Gobierno impondría una sobretasa del 1 por ciento en el segmento más alto del impuesto sobre la renta, elevando en 3.700 millones de euros los ingresos en 2018.
"Aquellos que tienen más recursos que otros deben contribuir más que otros a financiar las jubilaciones", manifestó Woerth.
Pero los sindicatos reaccionaron con molestia.
"Esta es una reforma brutal", dijo a través de un comunicado el mayor grupo de trabajadores de Francia, el sindicato CGT. "Para el CGT, esta reforma a las pensiones obviamente deberá ser repelida", agregó.
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