Este artículo se publicó hace 16 años.
Fraser y Schwartzel aprovechan la crisis española
El golf español sigue sin despuntar en el Madrid Masters y, en mitad de esa crisis, el australiano Marcus Fraser y el surafricano Charl Schwartzel abandonaron el anonimato, para colocarse como líderes en el Club de Campo, con 9 bajo el par.
Madrid suspira por ver un apellido familiar en lo más alto de la tabla, pero después de 36 hoyos el anhelo no marcha por buen camino.
Por el momento, dos hombres del punto más opuesto del planeta comandan el torneo madrileño, que no tiene un campeón nacional desde el título que logró, en 1995, Seve Ballesteros, también en el Club de Campo, cuyo estado de salud vuela sin rumbo pero de boca en boca en este mentidero golfístico.
Mientras se espera alguna noticia de primera mano sobre la salud del gran Severiano, los españoles siguen sin despuntar en Madrid.
Exceptuando a José María Olazábal, que atravesó el corte y a quien no se le puede pedir más después de tres meses parado, y a Miguel Ángel Jiménez, exhausto en este tramo final de campaña y con un problema técnico con el 'putt', el resto se ve obligado a atacar en la penúltima jornada para acabar con esa nefasta tendencia de los últimos trece años en Madrid.
Las esperanzas depositadas en el catalán Pablo Larrazábal y en el valenciano José Manuel Lara sufrieron un frenazo. Este anhelo se debilitó después de 36 hoyos y salvo que las lluvias que se avecinan ayuden a cambiar el panorama es probable que el trofeo viaje nuevamente hacia otras latitudes.
El sueco Steven Jeppesen y el inglés Robert Rock comparten la segunda plaza, a dos golpes de Fraser y Schwartzel, mientras que un peldaño más abajo se igualaron Santiago Luna y Carlos del Moral.
De los 31 españoles al comienzo siguen en liza 17. Entre los eliminados figura Gonzalo Fernández-Castaño, mientras que Olazábal -hoy uno arriba- salvó el corte en el límite y Jiménez, con sus 71 golpes (par), cayó al puesto trigésimo tercero, a siete de los líderes.
"Voy al límite, con motor diesel. No me pidas queroseno que no tengo", señaló Olazábal.
"De juego, estoy parecido a mi anterior regreso (Open de Andalucía, en primavera), pero mejor en el aspecto físico. Al final se me carga un poco la zona lumbar, pero hoy no me he despertado más rígido que en días anteriores, lo cual es positivo. En el camión del fisioterapeuta, además, están haciendo un buen trabajo y se nota", declaró Olazábal, más pendiente de su espalda y rodillas la extraña lesión (artritis reumática indiferenciada) que le tuvo apartado de los torneos desde primeros de julio.
También seguirá luchando el malagueño Jiménez. "Nada es insalvable. Si estos días que faltan entran las que tienen que entrar, el nombre del líder empezaría por 'J'", apuntó.
Mientras esto ocurre, los mejores del plantel hispano son el veterano madrileño Santiago Luna y el valenciano Del Moral.
Luna, de 45 años, salvó la papeleta. El madrileño lleva un cuarto de siglo enrolado en el Tour y ha conquistado un solo título (1995) después de más de 500 torneos. Luna tiró de oficio -repitió 68 golpes- y de su milimétrico conocimiento del recorrido madrileño. En este campo casi se crío como jugador, aunque comenzase en su juventud como "caddie" en el club de enfrente, en Puerta de Hierro, al otro lado de la M-30.
"Mi meta, realmente, es mantenerme bien en competición hasta llegar a sénior. A partir de ahí, decidiré con mi familia si sigo", apuntó.
Luna, representante como Jiménez de la generación casi extinta que se engancharon a este deporte desde el oficio de "caddie", no se hace ilusiones de victoria, pues se ha visto en esta tesitura un buen puñado de veces: buena colocación y debacle durante el fin de semana.
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