Este artículo se publicó hace 15 años.
El frío podría aumentar la presión arterial en los ancianos
Un clima frío podría incrementar la presión sanguínea de las personas mayores y elevar el riesgo de padecer un accidente cerebrovascular (ACV), ataque cardíaco o insuficiencia renal, indicaron investigadores franceses.
Estudios anteriores han demostrado que la presión cambia con las estaciones del año, pero pocas investigaciones han observado específicamente a los ancianos, señaló el equipo de Annick Alperovitch, del Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica en París.
"Pese a que nuestro estudio no demuestra una relación causal entre la presión arterial y la temperatura externa, el vínculo observado tiene consecuencias potencialmente importantes para el control de la presión en los ancianos", escribieron los autores en Archives of Internal Medicine.
La presión arterial elevada, o hipertensión, puede provocar ACV, insuficiencia cardíaca y renal e infartos. Afecta a más de 1.000 millones de adultos en todo el mundo.
El equipo francés observó la relación entre la presión sanguínea y la temperatura en más de 8.800 hombres y mujeres de 65 años o más. Los voluntarios eran de tres ciudades y se habían medido la presión a intervalos regulares en 1999 y luego dos años después.
Tanto la presión sistólica como diastólica difirieron en las cuatro estaciones y ante la variación de las temperaturas externas.
La hipertensión, definida por una lectura sistólica de 160 o más o una diastólica de más de 95, se detectó en alrededor de un tercio de los voluntarios durante el invierno y una cuarta parte en verano.
De media, la presión de cada persona cayó entre la medición inicial y el seguimiento y el descenso estuvo fuertemente relacionado con la temperatura exterior, indicaron los expertos.
La presión sistólica promedio fue 5 milímetros de mercurio mayor en invierno que en verano, agregaron.
"Cuanto mayor era la temperatura en el seguimiento, comparada con la base, más pronunciada era la disminución de la presión sanguínea", escribieron los investigadores.
El equipo señaló que desconoce el motivo de esto, pero cree que una hormona relacionada con el estrés, que se genera durante el clima frío, podría aumentar la presión al acelerar el corazón.
Los resultados sugieren que los médicos deberían considerar un control más de cerca de los pacientes ancianos que toman medicinas para la presión cuando la temperatura ambiente disminuye, añadieron los científicos.
El estudio "explicaría las variaciones estacionales bien establecidas en la enfermedad y muerte por ACV, rupturas por aneurisma y otras dolencias vasculares", finalizó el equipo.
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