El frío, la nieve y el viento mantienen en alerta este martes a 23 provincias

Los servicios de emergencias continúan la búsqueda del pescador desaparecido este lunes en aguas mallorquinas por fuentes vientos ocasionados por la primera gran borrasca atlántica de la temporada con nombre. Ana ha comenzado a retirarse de la Península, sin embargo, veintitrés provincias de diez comunidades siguen este martes en alerta por temperaturas mínimas, viento y por nevadas en comunidades del norte peninsular en una cota por encima de los 800 metros.

El temporal causó este lunes la cancelación de 141 vuelos en España. Hoy, el aeropuerto de Bruselas ha anunciado que se ha visto obligado a cancelar 39 vuelos desde la capital belga, entre ellos conexiones con Madrid, Barcelona y Bilbao.

[Consulta aquí si tu vuelo ha resultado afectado].

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) informa de que Cantabria mantiene la alerta naranja (riesgo importante) por nevadas en zonas del centro que acumularán cinco centímetros de espesor en una cota cercana a los 800 metros, y alerta amarilla (riesgo) por vientos del noroeste y olas de entre cuatro y cinco metros. En Asturias hay alerta amarilla por nevadas en la Cordillera, Picos de Europa y en la suroccidental asturiana que dejarán hasta 15 centímetros de espesor por encima de los 1.000 metros, y por vientos costeros.

Todas las provincias de Aragón, La Rioja y las provincias de Cuenca y Guadalajara (Castilla-La Mancha), Ávila, Burgos, Palencia, Segovia, y Soria (Castilla y León) y Barcelona, Girona y Lleida (Cataluña) tienen activado el aviso amarillo por temperaturas mínimas que oscilarán entre los 6 y los 8 grados bajo cero. Las Islas Canarias, y las provincias de A Coruña, Lugo y Pontevedra (Galicia) y Vizcaya y Guipúzcoa (País Vasco) tienen alerta amarilla por vientos costeros con mar combinada del noroeste y olas que alcanzarán entre cuatro y cinco metros.

La Aemet avisa de que con la alerta naranja existe un riesgo meteorológico importante, fenómenos meteorológicos no habituales y con cierto grado de peligro para las actividades usuales, mientras que con la amarilla no existe riesgo meteorológico para la población en general, aunque sí para alguna actividad concreta.