Este artículo se publicó hace 14 años.
Demasiada fructosa podría elevar la presión
Por Frederik Joelving
¿Necesita un motivo paradejar de tomar tanta gaseosa? Su contenido de fructosa leelevaría la presión sanguínea.
Aunque no todos los estudios coincidan, los resultados sesumaron a las crecientes pruebas de que comer demasiada azúcar-a través de las frutas, el jarabe de maíz o el azúcar de mesa-puede tener serias consecuencias para la salud.
La hipertensión aumenta el riesgo de tener un accidentecerebrovascular o insuficiencia renal. Uno de cada tresestadounidenses sufre presión alta, una cifra que se triplicóen el siglo pasado, publicó el Journal of the American Societyof Nephrology.
Para probar la relación entre la presión y la fructosa, elequipo analizó los resultados de una encuesta nacional a más de4.500 adultos.
Las personas consumían alrededor de 74 gramos de fructosapor día, casi la cantidad presente en cuatro gaseosas. Untercio tenía prehipertensión y el 8 por ciento sufría dehipertensión (por lo menos 140/90 mmHg, por encima del valornormal 120/80 o menos).
Cuanta más fructosa incluía la alimentación, más propensoseran a tener presión alta. Y eso se dio por varios factores,como la obesidad y enfermedades, o un consumo excesivo deazúcar, sal o alcohol.
Pero tras controlar todos esos factores, la posibilidad detener hipertensión aumentó en aquellos que más fructosaconsumían. El riesgo de tener la forma más grave (estadio 2)fue del 77 por ciento.
"En el supermercado, hay comida sin jarabe de maíz", dijoel doctor Michel Chonchol, de la University of Colorado, enDenver, que participó en el estudio. El consumo de fructosapodría reducirse si se eligen esos productos y se evita los quetienen azúcares agregados, apuntó.
"No hay duda de que la fructosa tiene efectos que otrosazúcares no tienen", dijo Chonchol. Se desconocen losmecanismos, pero indicó que existen varias hipótesis.
"Necesitamos ensayos clínicos que incluyan a pacientes conhipertensión y una dieta con bajo nivel de fructosa paraconocer si eso baja la presión", opinó Rachel K. Johnson,profesora de nutrición en la University of Vermont, enBurlington, que no participó en el estudio.
Hasta entonces, "¡hay que evitar, evitar y evitar lasbebidas dulces! Son la fuente principal de azúcares agregadosen Estados Unidos", exclamó.
Obtener fructosa de las frutas no sería tan problemático,dijo, quizá porque también contienen antioxidantes y fibra. Lasfrutas contienen de 4 a 10 gramos de fructosa por porción,mientras que una lata de Coca-Cola contiene 39 gramos de jarabede maíz, del cual la mitad es fructosa y el resto, glucosa.
FUENTE: Journal of the American Society of Nephrology,online 1 de julio del 2010.
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