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La fructosa no engorda más que otros carbohidratos; informe

Reuters

Por Genevra Pittman

Las personas queconsumen fructosa extra a través de los panes o las bebidasdulces no engordan más que las que ingieren otros tipos decarbohidratos si la cantidad de calorías totales es la misma,sugiere un análisis que revisó estudios anteriores.

Por otro lado, si suman calorías extras a la dieta en formade fructosa, empiezan a engordar.

"La fructosa probablemente no difiera de otras fuentes decarbohidratos", opinó el autor principal de la revisión, doctorJohn Sievenpiper, del Hospital St. Michael, Toronto.

Los resultados "son una prueba bastante razonable de que lafructosa en y por sí sola no provoca un aumento del peso, perosí lo hace cuando aporta energía extra".

Siempre se cuestionó si la fructosa, presente en las frutas,los productos horneados y las bebidas dulces, haría que elcuerpo almacene grasa y engorde más rápido que con otroscarbohidratos. Eso sería especialmente preocupante porque eljarabe de maíz rico en fructosa es uno de los principalesingredientes de muchos alimentos y bebidas, como las gaseosas.

El equipo de Sievenpiper revisó los estudios que habíancomparado el aumento de peso con una de dos dietas: una rica enfructosa y otra, en otros carbohidratos, como fécula o glucosa.

En 31 estudios sobre un total de 637 personas, losparticipantes habían consumido la misma cantidad de calorías,pero en aquellos con la dieta rica en fructosa, ésta lesproporcionaba un 17 por ciento de las calorías.

El estudio incluyó a gente que tenía peso normal, sobrepeso uobesidad, según el estudio. Algunas dietas eran para adelgazar yotras, de mantenimiento o para engordar.

A las cuatro semanas del inicio de los estudios, en promedio,no se registraron diferencias en el peso de los participantes,según precisa el equipo en Annals of Internal Medicine.

En los 10 estudios restantes, sobre 119 participantes, losgrupos tratados con la dieta rica en fructosa ingerían máscalorías (en forma de azúcar) que el resto de los participantesy el doble de azúcar que en los estudios en los que losparticipantes consumían la misma cantidad de calorías.

En una semana y media, en promedio, los participantes quecomían y bebían el azúcar extra engordaron 0,55 kg más que losgrupos control.

Todo esto, para el equipo, sugiere que no sería la fructosala que produce el aumento de peso. "No es una sola fuente decalorías, sino las calorías en general", precisó Sievenpiper.

El equipo no analizó los niveles de insulina de losparticipantes, de modo que la revisión nada dice sobre losefectos de la fructosa en la hormona que regula el azúcar ensangre.

Tampoco demuestra cómo se distribuía el peso en losconsumidores de la fructosa extra. El doctor Frank Hu, de laFacultad de Salud Pública de Harvard, Cambridge, Massachusetts,dijo que, por ejemplo, la fructosa aumentaría la grasa alrededorde los órganos abdominales más que la glucosa. Ese tipo de grasaaumenta el riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca y diabetes.

"Parecería que el consumo de la misma cantidad de fructosa yde glucosa tendría el mismo efecto en el peso corporal", dijoHu, que no participó del estudio. "Pero el resto de los efectosmetabólicos sería distinto. Debemos mirar más allá del peso alhablar de los efectos de los distintos azúcares".

Sievenpiper consideró que se necesitan estudios más grandespara comparar los efectos de la fructosa natural, que seencuentra en las frutas y las verduras, con los del azúcaragregado a los alimentos y las bebidas en las cantidades queingiere a diario la mayoría de la población.

Los autores declararon haber recibido un subsidio deCoca-Cola para la investigación, pero aclararon que la empresano participó de otra manera en este estudio. La fuente principalde los recursos fueron los Institutos Nacionales deInvestigación de la Salud de Canadá.

FUENTE: Annals of Internal Medicine, online 20 de febrero del2012.

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