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El fuego cerca Los Ángeles

Las llamas han arrasado ya 34.000 hectáreas y amenazan con cortar las telecomunicaciones

ROBERTO ARNAZ

Cenizas. Eso es lo único que está dejando a su paso el gigantesco incendio que desde el miércoles asola el Parque Nacional del condado de Los Ángeles y que avanza sin control. Anoche la ciudad vivió una estampa propia del mismísimo infierno. El cielo se tiño de gris y rojo. La enorme nube de humo que cubría Los Ángeles era la mejor prueba de que el monstruo de fuego se había desbocadodefinitivamente.

El incendio, que la tarde del domingo se cobró sus dos primeras víctimas dos bomberos se despeñaron con su camión mientras participaban en las tareas de extinción, duplicó su tamaño durante la madrugada. Las llamas han arrasado ya 34.000 hectáreas, además de 30 viviendas, con lenguas de fuego que superaban los 25 metros de altura y que, hasta el momento, han causado daños por valor de ocho millones de dólares, según confirmó el inspector Edward Osorio, del Departamento de Bomberos.

Las autoridades creen que tardarán dos semanas en controlar el incendio

El viento y el calor asfixiante que se vivió en la noche más calurosa del verano, con temperaturas superiores a los 20 grados, hizo inútiles los esfuerzos de los más de 2.800 bomberos que luchan desesperadamente por evitar que el enorme incendio alcance el mítico observatorio George Ellery Hale, de 105 años de antigüedad. Pero, sobre todo, preocupa el monte Wilson, donde se encuentran los principales repetidores y antenas de telecomunicaciones del condado.

Si el fuego golpea este punto, gran parte del área de Los Ángeles podría quedarse prácticamente incomunicado, sin señal de telefonía móvil, radio o televisión. Sin embargo, todos los intentos de defender este enclave han resultado, de momento, inútiles. Al cierre de esta edición, las llamas estaban a sólo 400 metros de la cima del monte.

'Lo único que podemos hacer es esperar a que el fuego venga hacia nosotros. Estamos realizando progresos, pero muy poco a poco. Es muy peligroso', confirmó el comandante Mike Dietrich, del Servicio Forestal, en ruedade prensa.

Dos bomberos han muerto en las labores de extinción

Las previsiones meteorológicas para los próximos días no son nada halagüeñas: las temperaturas rondarán los 40 grados como mínimo hasta el miércoles, con una humedad escasa que apenas llegará al 23% y un viento moderado. Las llamas amenazan a más de 12.500 viviendas de las poblaciones de Acton, Glendale y Pasadena, de las que 6.600 ya han sido evacuadas. Además, las autoridades se han visto obligadas a cortar al tráfico una decena de carreteras.

Según las estimaciones del Departamento de Bomberos, sería necesario establecer un perímetro de cerca de 180 kilómetros de diámetro para asegurar la contención del incendio, algo que, a día de hoy,parece imposible.

La cadena de televisión CBS ha asegurado que efectivos de la lucha contra incendios barajan ya el 15 de septiembre como fecha en la que el fuego podría quedar totalmenteextinguido.

 

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