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La fuga de 141 reos en México pone en alerta al Ejército y la Policía Federal

EFE

Los efectivos de la Policía Federal y el Ejército mexicano desplegados en el noreste de México quedaron en alerta tras la fuga de 141 reos registrada en la ciudad de Nuevo Laredo, fronteriza con Laredo (Texas, EE.UU.).

El Gobierno mexicano condenó "enérgicamente" el suceso en un comunicado emitido por la Secretaría de Gobernación y responsabilizó de lo ocurrido a la falta de eficacia de las autoridades de Tamaulipas, estado donde tuvo lugar el suceso.

"Es deplorable la ausencia de medidas efectivas de control y resguardo por parte de las autoridades locales, misma que ha generado fugas frecuentes de los centros penitenciarios, que ponen en riesgo la seguridad de las comunidades", indicó el comunicado.

Al igual que hizo por medio de otra nota referida al operativo federal antinarcotráfico en Michoacán, la secretaría de Gobernación (Interior) exhortó a las autoridades locales a depurar sus instituciones.

La evasión ocurrió entre el jueves por la noche y la madrugada de hoy en la ciudad de Nuevo Laredo, fronteriza con Estados Unidos, uno de los centros de poder del narcotráfico mexicano desde hace varios años.

En rueda de prensa, el titular de Seguridad Pública de Tamaulipas, Antonio Garza García, explicó los pormenores de la fuga y ajustó la cifra de reclusos huidos a 141, algo por debajo de los 148 reportados en los primeros informes del suceso.

Detalló que los fugitivos abandonaron el centro penitenciario, que contaba hasta el jueves con algo más de 1.200 reclusos, por el área de servicios.

El funcionario estatal informó además que el director del Centro de Ejecuciones de Sanciones (Cedes), Efraín Hernández Llamas, no se presentó a trabajar y se encuentra en paradero desconocido.

Tanto el director de la cárcel violentada como el director general de todos los penales del estado, Horacio Sepúlveda, fueron cesados hoy de sus cargos tras conocerse el suceso.

Hasta el momento se sabe que de los 141 reos evadidos, 83 eran delincuentes comunes y los 58 restantes purgaban delitos federales, entre los que están los de narcotráfico y delincuencia organizada.

Con este suceso, Tamaulipas acumula este año 342 presos fugados de sus prisiones, en su mayoría en fugas masivas como la ocurrida en las últimas horas. En septiembre fueron 86 los presos que burlaron su confinamiento de forma simultánea en el penal de Reynosa; la mayoría de los evadidos cumplía sentencias por delitos federales.

En relación con el incidente se responsabilizó a cinco trabajadores de la prisión, varios de los cuales optaron por huir junto a los reos.

Tamaulipas se convirtió este año en uno de los estados más conflictivos y violentos de México debido al enfrentamiento que sostienen el cártel del Golfo y el de Los Zetas, su antiguo brazo armado.

La pugna ha dejado centenares de muertos en el estado, donde la ciudadanía vive en un ambiente de terror a causa del narcotráfico, observando la parálisis de las instituciones contra las crueldades del crimen organizado y la infiltración de éste en la esfera pública.

Uno de los hechos más atroces fue el asesinato de 72 indocumentados de Centro y Suramérica, ocurrido a fines de agosto en el municipio de San Fernando.

Las numerosas muertes de sicarios de uno y otro bando han llevado a las organizaciones criminales a orquestar fugas masivas como la de ayer, en espera de reabastecer sus filas de pistoleros.

También se ha recurrido al reclutamiento forzoso de migrantes indocumentados -causante de la matanza de San Fernando- y al uso de menores como apoyo para las bandas criminales.

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