Este artículo se publicó hace 14 años.
Fumadores pasivos adolescentes pueden tener daños arteriales
Los niños, incluso de 13 años, cuya sangre muestra evidencias de haber sido fumadores pasivos también pueden tener las arterias visiblemente más gruesas, informaron investigadores finlandeses.
Su estudio sugiere que el daño causado por el humo de tabaco a los fumadores pasivos comienza en la niñez y provoca problemas apreciables en la adolescencia.
"Aunque algunas investigaciones previas encontraron que el humo pasivo puede ser dañino para los vasos sanguíneos en los adultos, no sabíamos hasta este estudio que estos efectos específicos también se veían en niños y adolescentes", dijo la doctora Katariina Kallio, de la Universidad de Turku, en Finlandia, que lideró el estudio.
Su equipo estudió a 494 niños de entre 8 y 13 años que participaron en una investigación sobre enfermedades cardíacas. Los especialistas midieron sus niveles de cotinina, un subproducto de la nicotina que se encuentra en la sangre después de que una persona respire humo de tabaco.
Los médicos dividieron a los niños en grupos con niveles altos, intermedios y bajos en cotinina y usaron ultrasonidos para medir el ancho de las arterias aorta y carótida, situadas en el cuello.
Las paredes de las arterias aparecen más anchas en el ultrasonido si están dañadas por un proceso de arteoesclerosis.
Los niños con la mayor cantidad de cotinina en sangre tenían las paredes de la arteria carótida un 7 por ciento más gruesas, en promedio, que las de los niños con los menores niveles, informó el equipo de Kallio en la revista Circulation: Cardiovascular Quality and Outcomes. Sus aortas eran un 8 por ciento más anchas.
Los investigadores también hicieron una prueba para medir la flexibilidad de las arterias en el brazo, otro parámetro de la salud de los vasos sanguíneos así como el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas.
Esta medida, conocida como dilatación de la arteria braquial medida por flujo, fue un 15 por ciento menor en los adolescentes con los mayores niveles de cotinina, dijeron.
"Estos hallazgos sugieren que los niños no deberían exponerse al humo de tabaco", dijo Kallio. "Hasta una pequeña exposición (...) podría ser nociva para sus vasos sanguíneos", agregó.
En octubre, el Instituto de Medicina de Estados Unidos informó de que las restricciones al consumo de tabaco en espacios cerrados reduce el riesgo de ataque cardíaco, incluso entre los no fumadores, porque disminuye la exposición de los fumadores pasivos.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por su sigla en inglés) y la Asociación Estadounidense del Corazón dicen que el humo inhalado de modo pasivo causa la muerte por enfermedad cardíaca de alrededor de 46.000 estadounidenses al año.
La Fundación Mundial del Pulmón y la Sociedad Estadounidense del Cáncer proyectaron que el uso de tabaco provocará el próximo año 6 millones de muertes por cáncer, enfermedades cardíacas, enfisema y otras enfermedades, generando a la economía mundial unos costes por valor de 500.000 millones de dólares (367.000 millones de euros) al año.
En su guía del cáncer, disponible en la dirección http://www.tobaccoatlas.org/, las asociaciones dicen que 1.000 millones de hombres y 250 millones de mujeres fuman a diario en todo el mundo.
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