Este artículo se publicó hace 15 años.
La Fundación Picasso acoge a Vázquez Díaz, ejemplo de la modernidad tranquila
La Fundación Picasso inaugura hoy una exposición de seis óleos y 63 retratos a lápiz del artista onubense Daniel Vázquez Díaz (1882-1969), considerado el gran representante de la modernidad "atemperada y tranquila" en España frente a los creadores que apostaron por la ruptura, como el propio Picasso.
Las obras expuestas pertenecen a la colección de la Fundación Mapfre, que tiene entre sus objetivos "intentar desentrañar cómo se origina y cuáles son los inicios y el desarrollo de la modernidad en España", ha explicado hoy en rueda de prensa la conservadora de esta colección, María López.
Por ello, el "núcleo fundamental" de esta colección se centra "en los artistas que representaron en qué consistió la modernidad en España, que no era igual que lo que se hacía en París o lo que se haría en Nueva York, pero también intentaba liberarse de las ataduras y del academicismo del pasado".
Para un artista español "era difícil plantearse la modernidad sin mirar a Picasso" y Vázquez Díaz representó esa modernidad "tranquila" que, "por las circunstancias sociales y políticas de la primera mitad del siglo XX, no podía reaccionar violentamente, porque las reacciones violentas se debían hacer desde fuera".
Al mismo tiempo, Vázquez Díaz se convirtió como profesor de otros artistas en el "nexo" con la generación posterior que alcanzó la modernidad en la capital francesa, la denominada Escuela de París, cuyos integrantes "hablaban maravillas de su maestro y coincidían en que sin él no habrían viajado allí ni habrían sido lo que fueron".
Según María López, los retratos dibujados por el onubense "dan una idea de hasta qué punto estuvo inmerso en los ambientes intelectuales más punteros de Madrid y París".
También revelan "cómo se entendía entonces la modernidad como un concepto mucho más general, en el que entraban políticos, escritores, toreros, doctores, gente de ciencia y hombres con voluntad de hacer avanzar al país".
Vázquez Díaz conoció en 1906 a Picasso en París a través del artista Paco Durrio, y mantuvo una "relación estrecha" con el malagueño, con el que llegó a exponer conjuntamente en una galería en 1908, ha añadido la conservadora.
Por su parte, la directora de la Fundación Picasso, Lourdes Moreno, ha señalado que la relación entre ambos se prolongó hasta 1914, cuando el onubense abandonó Montmartre, el barrio donde vivían buena parte de los pintores.
Vázquez Díaz "admiró siempre a Picasso, pero comprendía que su posicionamiento intelectual y artístico no era el mismo", según Moreno, que cree que las obras expuestas hasta el 31 de mayo en la sala de la Fundación Picasso "representan la intrahistoria de España en esos momentos".
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