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La fusión que pilota Arenas

Caja Duero-España y Unicaja aprueban un protocolo de intenciones

V. ZAFRA / M. ALBA

A nadie se le escapa ya que prácticamente todas las fusiones que se han realizado en España en los últimos meses han tenido una justificación política. Y eso no cambia. Los condicionantes económicos pueden apañarse después, pero lo primero es que los gobiernos regionales sean de la misma tendencia.

Los consejos de administración de Unicaja y de Caja Duero-España aprobaron ayer un protocolo de intenciones para fusionarse. Es un documento de mínimos (Unicaja tendría el 67% del capital, presidiría el grupo y la sede estaría en Málaga) porque no está nada claro que esta operación vaya a salir adelante. Braulio Medel, el presidente de Unicaja, ya ha roto dos integraciones en el último minuto. No obstante, esta es la operación que se ha presentado al Banco de España y, sobre todo, es la que el PP está impulsando.

El líder andaluz del PP ha intervenido para que se unan ambos grupos

Javier Arenas, que está convencido de que dirigirá la Junta de Andalucía a partir del próximo año, ya ha empezado a maniobrar para que la única caja andaluza que todavía puede tutelar, Unicaja, gane tamaño y se fusione con Caja Duero-España, otra gran caja de una comunidad gobernada por el PP. Es la solución alternativa a la creación de la gran caja andaluza que tanto ha perseguido el PSOE y que ya nunca podrá existir porque el resto de cajas de la región andan inmersas en fusiones interregionales.

Al líder del PP en Andalucía no le gustó nada que no fructificara el primer intento la unión de Unicaja con Caja Duero-España y que esta última iniciara contactos con Banco Mare Nostrum. En ese momento decidió echar toda la carne en el asador y, en contacto con el Gobierno de Castilla y León dirigido por Juan Vicente Herrera, intentó y consiguió que se rompieran las negociaciones con BMN y se retomaran con Unicaja. De hecho, ambas cajas tenían una reunión fijada para avanzar en sus conversaciones y el presidente de la caja castellanoleonesa, Evaristo del Canto, bien relacionado con el Gobierno regional, prohibió a su entonces director general, Lucas Hernández, que acudiera.

La operación, aun así, no las tiene todas consigo. En principio, permite a Caja Duero-España cumplir con las nuevas exigencias de capital sin necesidad de acudir a las ayudas públicas del FROB, pero le deja sin apenas mando (el consejero delegado de la nueva caja sería Del Canto) y sin la sede social, algo que costará mucho hacer entender en la región. Además, y quizá lo más importante, Medel ha puesto los ojos en la CAM y en el último momento puede dejar de lado esta operación para centrarse en otra de mayor magnitud. Y la CAM también es de una región dirigida por el PP, con lo que podría contar con el apoyo de Arenas.

De momento, este mes se desarrollará el contrato de la fusión en marcha y ya está decidido que habrá un banco bueno y uno malo. Luego se verá si se desarrolla.

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