El fútbol castiga a quien lo desprestigia

Mourinho intentó ganar al Barça con el otro fútbol, pero el fútbol de verdad, el que defiende el Barça de Guardiola, le castigó. Ni siquiera la importantísima baja de Iniesta le hizo cambiar de planteamiento. Él siguió apostando por Pepe en el centro del campo junto a Lass y Alonso. La no propuesta de Mou dejó todo el protagonismo con balón al Barça, que se cambió en el vestuario visitante, pero jugó como local. ¿Miedo los culés? No, paciencia.

La tángana que se montó en el descanso y que acabó con la expulsión de Pinto es el resultado de ese escenario bélico que Mourinho se ha empeñado en crear. Luego llegó el plantillazo y la roja a Pepe y la expulsión del propio Mou. De verdad, si el Bernabéu está orgulloso de este equipo y de este entrenador, creo que el Madrid tiene un problema de identidad.

El Barça, jugando mejor o peor, sigue siendo fiel a un estilo, a una idea de juego en el que el balón es protagonista (ayer 78% de posesión) y el único objetivo es la portería rival. La consigna de Mou a sus jugadores era no encajar un gol, pero Messi le marcó dos. ¿Puede remontar el Madrid en el Camp Nou? Si sale a jugar, pues igual, aunque el tiro se antoja de gracia.