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El G-20 intenta un acuerdo de mínimos sobre divisas

Obama insta a la cumbre, que comienza hoy, a reducir los desequilibrios externos

BELÉN CARREÑO

La países miembros del G-20, cuya cumbre se inicia hoy en Seúl (Corea del Sur), negociaban ayer un compromiso de mínimos para intentar superar la guerra de las divisas. Aunque algunas de las grandes economías acuden a la reunión con posiciones encontradas (sobre todo Estados Unidos y Alemania), los técnicos de los principales países trabajaban ayer en la redacción de un borrador de acuerdo que permita hacer referencia a la necesidad de evitar 'la devaluación competitiva' de las monedas, pero sin señalar a ningún país en concreto, ni explícita ni implícitamente.

En este contexto, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que llegó ayer a Seúl, instó a los líderes de las principales economías del mundo, a través de una carta, a 'poner de su parte' para reducir los desequilibrios en las balanzas por cuenta corriente entre los países exportadores y los importadores netos. 'Ningún país puede lograr por sí solo nuestro objetivo común de una recuperación sostenible, fuerte y equilibrada', indica el texto .

España se mantiene al margen de la disputa sobre las monedas

Obama también se defendió de los que acusan a EEUU de promover un dólar débil mediante la inyección masiva de liquidez monetaria, y dijo que 'una economía fuerte que cree empleo, ingresos y consumo es la contribución más importante que EEUU puede hacer a la recuperación global'.La fortaleza del dólar, aduce, 'descansa, después de todo, en la fortaleza fundamental de la economía estadounidense'. Frente a Obama se sitúa la canciller alemana Angela Merkel, que pese a que su país acumula altos niveles de superávit comercial, se siente especialmente molesta por la baja cotización del dólar, que cree que se puede estar impulsando desde el propio EEUU.

España se ha mantenido por el momento al margen de la disputa de las divisas. El presidente Zapatero tiene como prioridad la creación de empleo, un elemento que pondrá sobre la mesa junto con otros nueve puntos aún por desvelar para dinamizar la actividad económica y el análisis de la coyuntura actual.

Otro motivo de discrepancia en la cumbre es la fórmula para vigilar que no haya grandes desequilibrios en las balanzas exteriores. EEUU propuso limitar al 4% del PIB el superávit y el déficit de la balanza por cuenta corriente, pero ante el rechazo generalizado se ha descartado que se pongan límites cuantitativos. Sin embargo, la cumbre sí podría establecer mecanismos más suaves de control.

UGT y CCOO reclaman una tasa de transacciones financieras

Por otra parte, UGT y CCOO pidieron ayer a los dirigentes del G-20 que fijen un impuesto internacional para las transacciones financieras, al tiempo que les urgieron a abordar el desempleo y la pobreza como consecuencia de la crisis económica. El debate de la introducción de una tasa sobre las transacciones financieras fue lanzado por Sarkozy y Zapatero, pero no ha sido incluido en la agenda de Seúl, a petición del propio presidente francés, que quiere que se traslade a la cumbre francesa del primer semestre de 2011.

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