Este artículo se publicó hace 14 años.
El G-7 se centra en los problemas de deuda en Europa
Los máximos funcionarios financieros de la zona del euro buscaron el sábado calmar las preocupaciones sobre una profunda crisis presupuestaria que ha inquietado a los mercados financieros y creado dudas sobre el futuro del bloque.
Tras un encuentro de dos días de ministros de Economía y presidentes de bancos centrales de las naciones industrializadas del G-7, el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, entregó un comunicado para responder a los temores sobre que las deudas de Grecia están fuera de control.
Trichet dijo creer que Grecia cumpliría las nuevas metas que le llevarán a ajustarse el cinturón.
"Esperamos y tenemos confianza en que el Gobierno griego tomará todas las decisiones que le permitirán lograr la meta que reiteré", dijo Trichet en el comunicado.
Pero los mercados se han visto afectados durante semanas debido a las preocupaciones por Grecia, y no todos estaban convencidos.
"Es improbable que las declaraciones de Trichet tengan un impacto en el mercado el lunes", dijo Michael Woolfolk, estratega de divisas del Bank of New York Mellon en Nueva York.
"Lo que pienso que se necesita es un acuerdo en nombre de la Unión Europea que entregue mayor apoyo a Grecia para asegurar que no (quedará en) mora".
El secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, dijo que los europeos le dieron al G-7 una "revisión muy exhaustiva" del programa de austeridad griego. "Nos dejaron claro que manejarán esto con gran cuidado", dijo Geithner a la prensa.
Líderes financieros de los países más ricos del mundo se reunieron viernes y sábado en Canadá para renovar su promesa de mantener los planes de estímulo en marcha mientras se reconstituye la recuperación económica mundial, y para discutir las reformas al sistema bancario global.
Geithner dijo que el G-7 subrayó su compromiso con reforzar y fortalecer la recuperación económica. El ministro de Economía canadiense, Jim Flaherty, dijo que la economía global estaba mejorando pero seguía necesitando nutrirse de los Gobiernos.
"No tenemos una recuperación firmemente establecida todavía, pero hay señales", dijo a la prensa.
"Necesitamos seguir entregando el estímulo al que nos comprometimos y empezar a buscar estrategias de salida en el futuro y movernos a un ritmo fiscal más sostenible".
Tras el nerviosismo de la semana pasada sentido en los mercados financieros de todo el mundo, la crisis de deuda europea se elevó rápidamente en los temas de la agenda del encuentro.
Países de la zona euro como Grecia, España y Portugal están bajo creciente presión para demostrar que pueden controlar el gasto.
El euro cayó el viernes a su nivel más bajo contra el dólar en 8 meses y medio y las bolsas retrocedieron la semana pasada mientras aumentaban los temores de que podría necesitarse un plan de rescate y ante la posible desestabilización de la zona euro de 16 países.
Dominique Strauss-Kahn, quien lidera el Fondo Monetario Internacional (FMI) y asistió a la reunión del G-7, dijo la semana pasada que la institución estaba lista para ayudar a Grecia si se necesitaba.
Jean-Claude Juncker, presidente de Eurogroup de los ministros de Economía de la zona euro, dijo a Reuters que la ayuda del FMI no sería necesaria.
"Hablamos sobre Grecia, Portugal y España y le dijimos a nuestros socios que tenemos que resolver el problema nosotros mismos sin la ayuda del FMI", afirmó Juncker.
"Nosotros, los representantes de la área euro, hemos dejado en claro que la situación en Grecia es seria, y que el problema será resuelto", dijo después Juncker a la prensa.
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