Berlusconi no las tiene todas consigo y seguro que esperaba a finales de abril, cuando cambió la sede de la cumbre del G8 de la isla de La Maddalena en Cerdeña a la zona del terremoto que acabó con la vida de 300 personas hace apenas tres meses, las réplicas al seísmo hubieran terminado. Pues nada más lejos de la realidad. La pasada madrugada L'Aquila registró otros cuatro terremotos. El Gobierno italiano, según Il Corriere della Sera, tiene previsto celebrar la cumbre en Roma si los seísmos superan los cuatro grados en la escala Richter.

Las réplicas se han ido sucediendo desde que la tierra temblara en Los Abruzos el pasado mes de abril. Hasta e punto que el pasado vernes hubo tres réplicas todas superiores a los cuatro grados de intensidad en la escala Richter y esta madrugada hubo otras cuatro aunque, eso sí, de una intensidad menor que no superó los tres grados.

Según Il Corriere, que cita a la agencia de noticias AdnKronos, la cumbre podría trasladarse al Instituto Superior de Policía, en Roma si se registran seísmos superiores a los cuatro grados. El epicentro de las últimas sacudidas está muy cerca de donde se situó el del seísmo del pasado 6 de abril que devastó la ciudad de L'Aquila.

El plan previsto por las autoridades italianas contempla en primer lugar, y en caso de sacudida fuerte del terreno, la evacuación de los líderes participantes en la cumbre en helicóptero, para lo que se han dispuesto dos helipuertos, además del aeropuerto de Preturo, a menos de un kilómetro de la sede del G8.

Los responsables de la seguridad del G8, que se celebrará en la Escuela de la Guardia de Finanzas (policía fiscal) de L'Aquila, prevén además la posibilidad de trasladar al resto de componentes de las delegaciones por las autopistas más cercanas.