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Galicia planta cara a los planes de Feijóo contra su lengua

El ministro de Justicia acusa al presidente de la Xunta de ser el 'principal peligro' para el gallego

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Decenas de miles de personas 100.000, según la organización, y 50.000, según la Policía local reclamaron ayer en Santiago 'el derecho a vivir en gallego', como proclamaba una de las pancartas, para plantar cara a la política lingüística restrictiva que aplica el Gobierno de la Xunta, presidido por Alberto NúñezFeijóo (PP).

Convocada por la plataforma ciudadana Queremos Galego, que nació en julio 'para articular una respuesta social frente a las medidas que la Xunta impulsa contra la cultura gallega', según sus promotores, la manifestación contó con la adhesión de los socialistas de Galicia y del BNG. El ministro de Justicia, Francisco Caamaño nacido en el municipio coruñés de Ceeestuvo presente también en la

'Aprender gallego no es delito', rezaba uno de los lemas que encabezaba la marcha. 'Por nuestra lengua, ni un paso atrás', declaraba otro cartel reivindicativo a pocos metros.

Ese retroceso contra el que advertía el lema se materializa en la nueva política lingüística impulsada por el PP desde la Xunta en varios frentes. El manifiesto que se leyó al término de la marcha hizo especial hincapié en cuatro: la 'pretensión de derogar' el decreto del uso de gallego en la enseñanza, la 'mal llamada consulta a las familias' cuestionario remitido a las familias que el PP invoca como base de su nueva política sobre el gallegoo la supresión a las ayudas a la traducción.

Es la segunda marcha convocada contra la política lingüística de Feijóo

Los convocantes reprocharon también al Ejecutivo de Feijóo la reforma de la ley de la función pública. Esta última medida es, según sus detractores entre los que se cuenta el PSOE y el BNG, un 'decreto de exterminio' del gallego, según la formación nacionalista, ya que esta lengua queda desprotegida frente a la preeminencia del castellano en los procesos de selección de funcionarios de la Xunta.

Su presidente, Alberto Núñez Feijóo, recibió sonoros reproches por parte de los manifestantes. Críticas que se concretaron en la denuncia que trasladó el responsable de uno de los colectivos presentes en la marcha, A Mesa pola Normalización Lingüística, Carlos Callón, al pedir al líder del PP gallego 'que deje aparcada la arrogancia y la prepotencia en contra de nuestra lengua'.

Suya la reivindicó también el titular de Justicia, que acusó a Feijóo de ser el 'principal peligro' para el gallego.'Me identifico plenamente con Galicia; eso estoy haciendo, defender la lengua de mis abuelos, de mis padres y la mía, porque también quiero que sea la de mis hijos', defendió Caamaño.

El ministro se mostró dispuesto a 'luchar' contra 'aquellos a los que les gustaría que el gallego desapareciese del mapa como lo hizo antes el latín'. 'Con Feijóo puede estar en peligro casi todo', sentencióCaamaño. Junto a él se encontraban varios diputados del PSOE y el BNG y numerosos representantes de estas dos formaciones en el ámbito regional, entre ellos el secretario general de los socialistas gallegos, Manuel Vázquez, y el portavoz nacional del BNG, Guillerme Vázquez. El líder del PSdeG acusó a Feijóo de ser el 'enemigo público número uno' de la 'principal seña de identidad' de Galicia, en alusión a su idioma, mientras que el responsable del BNG llamó al presidente de la Xunta a 'rectificar' y 'volver al consenso' en materia de política lingüística.

El lema principal de la manifestación pedía 'derecho a vivir en gallego'

Con todo, los representantes políticos no fueron ayer los principales protagonistas de la marcha, convertida en una fiesta reivindicativa. Es la segunda vez que Galicia se echa a la calle para exigir a Feijóo un cambio de rumbo en sus restricciones al gallego. El pasado 17 de mayo,coincidiendo con la celebración del Día das Letras Galegas, se celebró la primera gran movilización contra el entonces recién constituido Gobierno Feijóo, también con la amenaza al gallego como centro de la protesta.

'Na Galiza en galego' (en Galicia en gallego) fue la frase más coreada de la marcha, que contó también con la presencia de numerosos representantes de la cultura y la educación en esta comunidad. El presidente de la Fundación Castelao, Avelino Pousa Antelo, defendió la necesidad de garantizar la pervivencia de la lengua gallega como un elemento de supervivencia para el propio país: 'Si los gallegos aún somos gallegos, es por obra y gracia de nuestra lengua', recordó, citando al propio Castelao, un intelectual que murió en el exilio y a quien se tiene por uno de los padres del nacionalismo gallego.

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