Este artículo se publicó hace 16 años.
Los ganaderos regalan en Madrid una tonelada de carne para denunciar la especulación alimentaria
Una tonelada de carne de cordero fue el regalo que hicieron hoy a los ciudadanos de Madrid los agricultores y ganaderos que se manifestaron en la capital de España para denunciar "la especulación" que infla los precios de los alimentos.
La carne, en bandejas precintadas de unos 300 gramos, era de la provincia de Córdoba (sur) y los manifestantes procedían de toda España, convocados por la Unión de Pequeños Agricultores y Ganadores (UPA), que cifró el número de participantes en unos 10.000.
En ambiente festivo, al toque de tambores y cencerros, la manifestación fue la primera de una serie de movilizaciones por toda España para poner de relieve que los intermediarios logran grandes beneficios, porque suben de manera incontrolada los precios de venta al público pese a que cada vez pagan menos a los productores.
Lorenzo Ramos, secretario general de la UPA, puso dos ejemplos: las alcachofas, que en España se venden en origen a 25 céntimos de euro (38 centavos de dólar) el kilo y se encuentran en los mercados a 2 euros (3,1 dólares), y la carne, que está un 7% más cara que hace un año, pese a que los productores cobran un 20% menos.
Ramos apuntó a los intermediarios y a las grandes empresas del sector agroalimentario como responsables de esta situación: "hay cuatro sinvergüenzas que manejan el mercado de los consumidores y les dará igual que nosotros nos arruinemos".
"Esto no puede ser. Estamos hartos de que haya unos cuantos canallas que se están haciendo de oro a costa de los agricultores, los ganaderos y los consumidores", añadió el dirigente ganadero.
La UPA denunció en un dossier de prensa entregado durante la protesta "la concentración de la demanda en origen, con tres grandes grupos de la distribución -Carrefour, Mercadona y Eroski- que tienen una cuota de mercado por facturación del 49,5%, frente a alrededor de 900.000 agricultores y 4.000 entidades asociativas agrarias".
La situación más crítica, según este sindicato, se vive en las producciones ganaderas, por las fuertes subidas de los piensos -un 35% de media en el último año- que los ganaderos no pueden trasladar al precio de sus productos, aunque "observan atónitos como los consumidores están pagando cada vez más en destino".
La solución, argumentó Marcós Alarcón, portavoz de la comisión ejecutiva de la UPA, pasa por "una ley de márgenes comerciales que asegure precios justos para nuestros productos, y penalice los comportamientos especulativos y abusivos de quienes no son comerciantes sino chorizos (ladrones) en la cadena agroalimentaria".
Convencidos de que la influencia de la especulación en el precio final de los productos alimentarios es un mal mundial, los ganaderos y agricultores españoles quieren dar a conocer su situación con iniciativas como la de entregar directamente la carne y otro tipo de productos alimentarios a los consumidores de todo el país.
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