García Sánchez traslada al cine los Esperpentos de Valle-Inclán

Don Manolito y Don Estrafalario son dos admiradores de Valle-Inclán que siguen el rastro de los textos del escritor, prohibidos por el Gobierno de Primo de Rivera.

Pronto se encuentran con el libro Las Galas del Difunto -un retrato de los soldados que regresaban tras perder las últimas colonias-, con una representación teatral de La hija del capitán -la cruel historia de la defensa de la honra cuartelera- y con el rodaje de la primera película valleinclanesca, La hija del capitán -obra satírica sobre las relaciones entre la Intendencia militar y la defensa de la patria-. Es decir, la trilogía de Martes de Carnaval. Así comienza la trama de Esperpentos, obra que el cineasta José Luis García Sánchez ha adaptado al cine con la participación del fallecido Rafael Azcona.

"En el cine estamos acostumbrados a la comida rápida, y lo de Valle Inclán es un plato exquisito", ha comentado hoy el actor Juan Diego durante la presentación de la película, ambientada entre 1928 y 1931, y que alterna imágenes de ficción con reales y el blanco y en negro con el color.

"Hemos querido hacer una obra íntegra, pero lo más digerible para el espectador, con nuevas soluciones narrativas y propuestas estéticas no convencionales", afirmó el director salmantino, que ya adaptó a la gran pantalla Divinas Palabras en 1987 y Tirano Banderas en 1993.

"Quizá la película haga que el público vuelva a leer al maestro"

Con un presupuesto de 3,5 millones de euros, en la producción han participado diversos canales de televisión, el Ministerio de Cultura y algunos de los actores que participan en la película, que nació como una serie en tres entregas y con la idea de saldar la deuda que mantiene la cultura española con Valle-Inclán: "Quizá la película haga que el público vuelva a leer al maestro y se entere de que existe un castellano hermoso", según Pilar Bardem.

Según Adriana Ozores, interpretar un texto de Valle-Inclán "es más un placer que una dificultad".

Marsé, en boca de todos

Los actores se pronunciaron también sobre las declaraciones de Juan Marsé , Premio Cervantes 2008, en el Festival de Málaga, en la que señaló que el problema del cine español es la falta de talento.

Según Juan Diego, "el problema del cine en España es complejo. Falta industria y en España toda la cultura pasa por un problema, que son las descargas ilícitas en la Red".

Galiardo recordó la necesidad del gran pacto de Estado" por el audiovisual que el sector lleva en conversaciones con los partidos políticos dese hace año y medio. Por último, García Sánchez apuntó que no sólo se hace mal cine: "Tampoco la literatura española actual está en su mejor momento".