Este artículo se publicó hace 15 años.
Gaspar Hernández reivindica las terapias naturales en su novela "El silenci"
El periodista gerundense Gaspar Hernández reivindica las llamadas terapias naturales y "nueva conciencia" en su novela "mística" "El silenci", con la que anoche obtuvo el premio Josep Pla de novela en catalán.
En "El silenci" un hombre habla con una joven japonesa, Umiko, dormida bajo los efectos de un somnífero y desnuda, y todo pasa en la isla de Formentera, donde la protagonista imparte clases de meditación, después de haber vivido una experiencia traumática en un monasterio zen.
En una entrevista concedida a EFE, Hernández, periodista radiofónico y columnista en varias publicaciones catalanas, ha revelado que la novela se sitúa en la frontera de la "autoficción", pues el narrador es "mi alter ego".
Umiko, enferma de cáncer, cree en las propiedades curativas de la voz, y el narrador de la novela deberá hablarle durante toda la noche y la madrugada mientras ella duerme en una suerte de "curación espiritual".
En su monólogo nocturno, el narrador habla a la joven japonesa sobre la enfermedad y las remisiones espontáneas, "esas curaciones sorprendentes que a menudo se atribuyen a milagros", sobre el mundo de la autoayuda y el crecimiento personal, la meditación y el deseo erótico.
Los referentes son numerosos, comenzando por "La casa de las bellas durmientes", de Kawabata, y por el también escritor japonés Tanisaki, pero también recurre Hernández a su fe en el zen, "una tradición japonesa que es, en realidad, una filosofía de vida que yo trato de seguir".
De hecho, el título de la novela ganadora del Pla hace alusión al "silencio interior que se consigue mediante la meditación".
El periodista gerundense revela que se interesó hace años por el zen, cuando descubrió que era "una gran escuela de vida, que va a lo esencial y puede ser muy beneficiosa para la salud mental, que no deja de ser la salud física".
Además de la influencia de Tanisaki y Kawabata, Gaspar Hernández también tiene presentes a dos de sus autores de cabecera, Osho y Krishnamurti, y también a Josep Pla, al que trata de seguir "en su descripción de los paisajes".
Gaspar Hernández insiste en que "no se trata de un libro de autoayuda ni de medicina alternativa, sino que, ante todo, es una novela que explica una historia".
El lector contempla el "escepticismo" del narrador ante ese fenómeno de la curación por las emociones y que "la idea de la protagonista de que el cuerpo puede curarse a sí mismo".
Para escribir la novela, Hernández se ha documentado durante los tres últimos años, en los que ha hablado con muchos médicos y leído libros de científicos norteamericanos.
Toda esa temática, asegura, "no la podía tratar desde el ensayo, porque no soy científico, sino a través de la ficción, que me permite además introducir elementos de fantasía".
Además del narrador, ese alter ego del autor, en la novela aparecen otros personajes reales como el actor John Malkovich, el músico Pascal Comelade o el escritor Baltasar Porcel.
"El silenci", que se publicará en castellano en El Aleph y en catalán en Destino, reivindica, según Hernández, que "estaría bien que la ciencia investigara por qué se han producido esas curaciones, esas remisiones espontáneas de algunos enfermos".
Hernández rechaza la mala fama que actualmente tiene la etiqueta "autoayuda", porque "hay libros de autoayuda de calidad, como los de Luis Rojas Marcos o Eduard Punset, y autoayuda es también Marguerite Yourcenar, un filósofo o una buena película".
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.