Este artículo se publicó hace 16 años.
La Generalitat espera convencer al nuevo Gobierno de la necesidad del trasvase del Segre
El conseller catalán de Medio Ambiente, Francesc Baltasar, ha señalado hoy que espera "persuadir" al nuevo gobierno español de la necesidad del trasvase temporal del Segre a Barcelona, después que la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, le haya expresado de nuevo sus "reticencias" al proyecto.
Baltasar, que esta mañana ha hablado telefónicamente con Narbona, ha asegurado, en rueda de prensa, que no trabaja "con la hipótesis de que el nuevo gobierno no apruebe esta medida", y se ha comprometido a "fortalecer" los argumentos de la Generalitat para obtener una respuesta afirmativa del ejecutivo central.
El conseller de Medio Ambiente ha desvelado el contenido de su conversación con la ministra tras una reunión mantenida en la sede de la conselleria con los diputados de CiU Oriol Pujol y Ramon Espadaler, que ha servido para abrir la puerta a una futura reunión entre el presidente catalán, José Montilla, y el líder de la oposición, Artur Mas, que aborde la situación de sequía extrema que sufre Cataluña.
Antes de que los periodistas pudieran preguntarle sobre su charla telefónica con la ministra, Baltasar ha explicado que Narbona le ha manifestado de nuevo sus "reticencias" a autorizar un trasvase que podría ser visto como del Ebro, tal y como ya expresó el pasado viernes la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega.
El conseller de Medio Ambiente ha explicado "a fondo" a la ministra la necesidad de llevar a cabo esta transferencia "puntual" de agua hacia el área metropolitana, aunque no ha querido "forzar" el asunto, ha indicado, dado que actualmente hay un gobierno en funciones y próximamente se constituirá otro al que la Generalitat espera "persuadir" para que la obra sea vista "con buenos ojos".
"La ministra ha tomado nota y hemos quedado que volveremos a plantear este tema inmediatamente después de la constitución del nuevo Gobierno", ha señalado Baltasar, que ha confesado no trabajar con la hipótesis de que el futuro Ejecutivo rechace este proyecto.
"Fortaleceremos nuestros argumentos para que puedan ser asumidos por el nuevo Gobierno", ha subrayado el conseller, que ha afirmado que mantendrá "la esperanza y la capacidad de persuasión para que la obra sea vista con buenos ojos por parte del Ejecutivo central".
Baltasar, por otra parte, ha valorado la reunión que ha mantenido con los diputados de CiU para tratar el problema de la sequía y sus posibles soluciones, y ha anunciado que extenderá estos encuentros al resto de grupos parlamentarios, empezando por el PPC y Ciutadans-Partido de la Ciudadanía.
A la salida del encuentro, el nacionalista Oriol Pujol ha expresado la predisposición de CiU a la celebración de una posible "cumbre" Montilla-Mas, siempre que el gobierno catalán esté dispuesto a hablar no sólo de medidas urgentes para paliar la sequía, sino también de medidas estructurales, como un plausible trasvase del río Ródano a la cuenca del Llobregat.
Baltasar, más cauto, no se ha "atrevido" a hacer "pronósticos" sobre una posible cumbre entre el gobierno y la principal fuerza de la oposición, aunque sí se ha mostrado abierto a mantener futuras reuniones con CiU y los demás partidos con presencia parlamentaria.
Pujol, por su parte, también ha constatado la "voluntad" del conseller de intentar llegar a un "punto de acuerdo" sobre las mociones que defiende la formación nacionalista sobre el tema del agua, como son que las grandes obras hidráulicas que se lleven a cabo requieran de un debate previo y que se cree en el Parlament una comisión específica para seguir estas actuaciones.
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