La Generalitat estaría dispuesta a no alterar los límites provinciales

La posibilidad de adaptar el puzzle de las veguerías a los marcos provinciales vigentes dejaría sin argumentos a los más susceptibles, que son reacios, con el artículo 141.1 de la Constitución en la mano, a aprobar una reordenación de las fronteras.

Las disfunciones surgirían en comarcas como la Cerdanya (dividida entre las provincias de Lleida y Girona y que integraría la veguería del Alt Pirineu) o el Solsonès (ahora en Lleida y que pasaría a la veguería de la Catalunya Central).

Estas zonas geográficas están en veguerías que no cumplen con la línea administrativa de las actuales provincias. "En este caso, los únicos problemas serían el de la confusión de algunas personas que votarían en clave provincial de Lleida, cuando su veguer correspondería a otra realidad", explican desde Gobernación. Y es que no se produciría ningún cambio en la ley electoral estatal, ya que se mantendrían las provincias como circunscripciones y no se alteraría el número de diputados ni de senadores adscritos.

Jordi Ausàs explicó que el Gobierno está dispuesto a dotar de un "régimen transitorio" a determinadas zonas mientras sus leyes no se adapten.