Este artículo se publicó hace 14 años.
Genes y estilo de vida son independientes en riesgo cáncer mama
Por Kate Kelland
Las diferencias genéticas comunestienen un rol limitado en las causas del cáncer de mama yactúan independientemente de los factores del estilo de vida,como el peso, la dieta y la lactancia, que son aún másimportantes, dijeron científicos británicos el miércoles.
En un estudio con más de 17.000 mujeres, los investigadoreshallaron que pese a que ciertas variantes genéticas comuneselevan el riesgo de desarrollar cáncer de mama, éstos se sumana los factores de riesgo del estilo de vida, que incluyen a laobesidad y el consumo de alcohol, pero no los multiplican.
Los resultados no involucraron a los genes del cáncermamario conocidos como BRCA-1 y BRCA-2, que ocurren con muypoca frecuencia pero generan un alto riesgo.
"Esto es tranquilizador porque (...) significa quecualquiera sea la herencia en término de variantes genéticas,el efecto de mantener un peso saludable, limitar el consumo dealcohol y ser cuidadosa con la terapia de reemplazo hormonal(HRT por su sigla en inglés) siguen siendo muy importantes parareducir el riesgo de cáncer de mama", dijo Ruth Travis, de launidad de epidemiología de cáncer de la Oxford University.
El cáncer de mama es el más común entre las mujeres delmundo desarrollado. En todo el mundo, causa cerca de mediomillón de muertes por año.
Los científicos británicos dijeron el mes pasado que habíanencontrado cinco factores genéticos comunes vinculados alriesgo de desarrollar cáncer de mama, que se sumaron a otros13. Combinados, esos factores explican alrededor del 8 porciento de la probabilidad de sufrir la enfermedad.
Travis trabajó junto a Jane Green, también de la OxfordUniversity, y su equipo para estudiar a 7,160 mujeres concáncer de mama y 10.196 sin la enfermedad. Las participantesdieron muestras de sangre para hacer los test genéticos einformación sobre sus estilos de vida.
Los investigadores buscaron el riesgo de cáncer para 12variantes genéticas conocidas como polimorfismos de nucleótidossimples (SNP por su sigla en inglés) en el ADN de las mujeres.
El equipo luego los relacionó con 10 factores de riesgoambientales: la edad del inicio de la pubertad, el número denacimientos, la edad al primer parto, la lactancia, el estatusde la menopausia, la edad a la menopausia, el uso de la HRT, elpeso, la altura y el consumo de alcohol.
"Ninguna de las 120 comparaciones demostraron una evidenciasignificativa de las interacciones genético-ambientales",escribieron en su estudio, que fue publicado en la revistamédica The Lancet.
"Los genes representan sólo una pequeña proporción de loscánceres de mama", dijo Green. "Los principales factores deriesgo siguen siendo aquellos relacionados con el estilo devida, como los partos, el uso de HRT, la obesidad y el consumode alcohol", dijo el equipo.
"La buena noticia es que algunos de estos son modificables,por eso, cambiando la conducta, las mujeres pueden alterar suriesgo de sufrir cáncer de mama", agregó.
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