"La gente mayor ha recuperado la ilusión"

Para Áurea Martín, lo mejor del 15-M no es el despertar de los jóvenes, sino "que los mayores hayan vuelto a las grandes plazas". En la comisión de la Barceloneta, en la que ella participa a diario, asisten milicianos y octogenarios para aportar su voz: "Gracias a este movimiento, la gente mayor que creía que ya poco quedaba por hacer ha recuperado la ilusión".

Junto a su sensibilidad con los mayores, Áurea dedica gran parte de su vida a ayudar a las personas con algún tipo de disfunción, ya sea física o mental. Por ello, cuando acudió a la plaza de Catalunya apostó por crear la comisión de diversidad funcional. "El camino para que la gente con algún tipo de discapacidad pueda vivir en sociedad aún es largo y dificil pero no imposible". Para lograrlo, Áurea ha dedicado gran parte de su trabajo como técnica en soporte e investigación a este colectivo. "No se habla demasiado de nosotros, pero gracias a los indignados podemos alzar la voz", resume.

Áurea se sumó al 15-M desde la primera semana de acampada. "Vi que era mi lucha, una lucha que ya había intentado llevar a cabo desde otras asociaciones progresistas a favor del feminismo o la enseñanza pública de calidad". La tarea de Áurea en el barrio de la Barceloneta es muy diversa. "Intentamos concienciar a los vecinos de cosas muy simples, como por ejemplo que deben luchar para evitar los despidos de los trabajadores del vecino hospital del Mar", concluye.