Este artículo se publicó hace 16 años.
El Getafe logró un triunfo insólito en el Bernabéu y dispara la euforia barcelonista
El Getafe, con un atrevido planteamiento y una jugada de astucia, derrotó al Real Madrid en el Santiago Bernabéu (0-1), donde no había ganado nadie en más de un año, y devolvió la emoción a una Liga en la que vuelve a creer el Barcelona, que situado a dos puntos, depende de sí mismo por primera vez en el año.
Suena la alarma en el Bernabéu, porque ya son muchos accidentes seguidos. Ante el Betis fue cierta relajación, frente al Roma; mala suerte y, hoy contra el Getafe; un despiste, pero ya son demasiados resultados adversos para achacarlos tan sólo a la escasa fortuna.
Ante el Getafe, el Real Madrid repitió un esquema similar al de pasados encuentros. Dominó en el primer tiempo, pero no marcó y, en el segundo, se vio sorprendido por una jugada insólita; festejaba un gol anulado al holandés Arjen Robben, por fuera de juego de Raúl, cuando el rival montó un contragolpe que culminó con acierto el nigeriano Ikechukwu Uche (m.63).
Con este nuevo tropiezo, el equipo de Schuster prácticamente agota su renta ante el Barcelona, que se sitúa a un partido del liderato, con el enfrentamiento directo entre ambos, el 7 de mayo en el Bernabéu, como objetivo principal.
Porque, como estaba previsto, el Barcelona prolongó contra el Levante el estado de euforia que logró en Glasgow, donde el miércoles firmó el mejor encuentro de la temporada.
El equipo de Frank Rijkaard no tuvo problemas para golear al colista, que tan sólo sembró de dudas el Camp Nou durante tres minutos, el tiempo que transcurrió desde que Mustaphá Riga logró, de penalti, el empate a un gol (m.41), hasta que lo deshizo Leo Messi (m.44).
Más allá de la goleada, la mejor noticia para el barcelonismo es el regreso del camerunés Samuel Eto'o, autor de tres goles, en un partido que abrió a los 14 minutos Xavi Hernández, otro de los destacados.
Por detrás de Real Madrid y Barcelona, el Villarreal logró una importante victoria en San Mamés, donde el Athletic soñó durante más de una hora con la posibilidad de encadenar su tercer triunfo consecutivo, por primera vez en dos años.
Lo hizo gracias al acierto de Fernando Llorente, que adelantó al conjunto de Joaquín Caparrós en el minuto 4, pero la reacción del Villarreal, con tantos del mexicano Guille Franco y de Joan Capdevila, devolvió la desilusión a la grada y permite que el equipo castellonense olvide la eliminación en la Copa de la UEFA.
Atlético y Espanyol también siguen en puestos europeos, pero la sensación que dan es que no pueden frenar su desplome, mientras el Sevilla, que goleó el sábado al Zaragoza, ha recuperado juego y moral y parece lanzado hacia un puesto en Liga de Campeones del que, ahora, sólo le distancian dos puntos.
Rojiblancos y blanquiazules viven de las rentas del año pasado. En 2008, no han ganado más que un encuentro y su juego no convence.
Pese a ir por delante, más grave es la situación del equipo que dirige el mexicano Javier Aguirre, que en febrero se ha despedido de la Copa del Rey, de la Copa de la UEFA y mantiene una posición de privilegio en la tabla, gracias a los errores ajenos.
Ante Osasuna, bastaron cinco minutos para que quedase expuesto a otro desastre. El equipo de José Ángel Ciganda, impulsado por el oportunismo del mexicano Carlos Vela, que sirvió el primer tanto a Kike Sola, a los 50 segundos, y anotó el segundo, cuatro minutos después.
Trató de reaccionar el Atlético tras el tanto del uruguayo Diego Forlán (m.27), pero su intento volvió a quedar en otro ejercicio de impotencia, sentenciado con el gol de Héctor Font (m.77).
La caída del Espanyol, mientras, tiene mucho que ver con la lesión de Raúl Tamudo. El fichaje del brasileño Ewerthon no ha servido para tapar la ausencia del capitán.
En La Coruña, volvió a sucumbir el equipo de Ernesto Valverde, superado por un equipo que recupera jugadores (Dudú Aouate, rehabilitado en la portería, y Juan Carlos Valerón) y algo de moral, pese a que sigue en puestos de descenso.
El duelo de equipos revelación, entre el Racing y el Almería se lo llevó el equipo cántabro, gracias a un tanto del burundés Mohamed Tchité que le permite aventajar en dos puntos a su rival de hoy.
Tras estos, se mantiene a la expectativa el Valencia, que puede maldecir el empate del sábado ante el Recreativo, en un partido que pudo ganar con claridad y que le hubiese devuelto a la lucha por una plaza europea.
En la zona baja, con el Levante prácticamente desahuciado, pese a su encomiable resistencia, vive momentos difíciles el Murcia, tras perder ante el Valladolid (0-1), en el que puede ser el último partido de Lucas Alcaraz en el banquillo grana.
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