Este artículo se publicó hace 15 años.
Gilberto Gil asegura que no tiene en el horizonte volver a la política
Gilberto Gil, uno de los máximos exponentes de la música brasileña, asegura que ni la edad ni su paso por la política han minado sus ganas de cantar. "Continúo porque me gusta mucho", dice mientras apunta que sólo volvería a formar parte de un gobierno "si sintiera necesario hacerlo".
"Ahora no lo tengo en el horizonte", explica, en una entrevista telefónica con EFE este músico que, casi un año después de dejar el puesto de ministro de Cultura de Brasil, que ha ocupado durante cinco años y medio, ha retomado totalmente el pulso de la carrera musical que empezó hace más de cincuenta años.
Como cada verano "desde hace treinta" Gilberto Gil, de 67 años, está de gira por Europa. El próximo domingo 26 actuará en Madrid, con un concierto que forma parte de la programación de los Veranos de la Villa, y, un día después, en el Palacio de Congresos de Granada.
"Este año vengo acompañado de un grupo más pequeño, formado por cuatro músicos, por eso he cambiado considerablemente los arreglos de muchas canciones", explica este músico que en los sesenta revolucionó la escena brasileña con Caetano Veloso, con quien fundó el movimiento Tropicalismo para fusionar bossa nova, jazz, samba y otros ritmos tradicionales.
Comprometido desde hace tiempo con la sociedad y la política, algo que a finales de los sesenta le obligó a exiliarse en Gran Bretaña, Gil mantiene una visión abierta de problemas actuales tan polémicos como la piratería.
Defensor del libre acceso a la música a través de Internet, el compositor argumenta que la polémica "es natural porque hay intereses antiguos ya consolidados que están amenazados" pero también "otros intereses nuevos que deben ser atendidos, ocupar espacio", como el del pueblo a acceder a la cultura.
"No tengo una visión personal de lo que hay que hacer, sólo se que la regulación debe ser construida desde la pluralidad de los intereses y salir de un consenso para que se defiendan los derechos de los autores pero también para que se garantice el derecho de acceso largo y natural del público. No se pueden olvidar ciertos intereses en nombre de otros, eso es la democracia política", afirma.
Asegura que haber sido ministro no ha supuesto para él ningún cambio "drástico". "Soy la misma persona y soy otra. La vida es cambio permanente, si pasan muchas cosas cambiamos y si no pasa nada también", comenta este artista para quien uno de sus mayores logros políticos fue aumentar el presupuesto destinado a la política cultural, aunque "en un porcentaje más bajo de lo que me hubiera gustado".
Una de las razones que le impulsaron a dejar su cargo en el gobierno fue el problema que le ocasionó "el exceso del uso de la voz hablada". Una cirugía y una rehabilitación han servido para que ahora haya recuperado las facultades para cantar.
"La vejez también es un factor importante, pero, con los cuidados normales podré seguir cantando tiempo", apunta mientras asegura que "el niño que siempre fui lo tengo conmigo, sigue ocupándose de ver como crece, como se desarrollan las individualidades que van llegando".
Autor de "casi quinientas canciones", Gilberto Gil disfruta ahora de tener tiempo para la composición, una faceta que abandonó durante su paso por el Gobierno. "No había tiempo, ahora puedo estar tranquilo en la casa, en el estudio, puedo experimentar", señala este músico que trabaja sin planes.
"No se puede perseguir de forma obsesiva una canción. Vienen de forma natural. A mí me surgen temas nuevos cada mes o cada dos meses", apunta Gilberto Gil, a quien le gusta hablar en sus temas de como "la normalidad está siendo siempre visitada por la novedad".
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