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El Gobierno advierte al retomar el diálogo que no negociará un acuerdo sobre las muertes

EFE

El Gobierno de Evo Morales advirtió hoy, al retomar el diálogo con sus opositores autonomistas, que no negociará acuerdos sobre las muertes de la región de Pando, a cuyo prefecto (gobernador), Leopoldo Fernández, demandará penalmente por "asesino".

Así se expresó el vicepresidente del país, Álvaro García Linera, en declaraciones a los periodistas minutos después de recibir al prefecto de Tarija, Mario Cossío, portavoz de sus colegas autonomistas de Santa Cruz, Beni, Chuquisaca y del mismo Pando.

García Linera señaló que el Ejecutivo se presenta a la mesa de diálogo con la mejor predisposición y con propuestas concretas para discutir sobre los temas de fondo: la nueva Constitución Política del Estado, estatutos autonómicos y los ingresos de los impuestos petroleros, entre otros.

"Sin embargo, la opinión pública tiene que saber que el Gobierno no va negociar los muertos, el Gobierno no va negociar la responsabilidad penal y criminal de los masacradores, de los asesinos", dijo García Linera.

El vicepresidente aludió directamente a Fernández a quien tachó de "asesino" por su presunta responsabilidad en los choques civiles que en los últimos días han causado, según el mismo Gobierno, una treintena de muertos y hasta 45 heridos de bala en Pando.

Agregó que el Ejecutivo tampoco negociará acuerdos para dejar en la impunidad a los responsables de los ataques "terroristas" contra instalaciones petroleras que han afectado la provisión de carburantes a Brasil y Argentina.

"No se negocian los actos delincuenciales, aquellas personas que están atentando los servicios energéticos del país tienen su sanción", advirtió García Linera.

En la segunda reunión entre el Gobierno y la oposición autonomista para intentar pacificar el país, participará el presidente Evo Morales solo cuando haya sido acordado un primer documento con la delegación que dirige Cossío, dijo el vicepresidente.

Precisamente, al entrar a Palacio, Cossío requirió la presencia del mandatario como clave para avanzar en la mesa de negociación preliminar que, a su juicio, está respaldada por dos avances importantes.

Explicó que uno de esos avances es el respaldo a su persona de parte de sus colegas y dirigentes opositores para continuar en la mesa de las conversaciones porque abre una "oportunidad mayor" que signifique un acuerdo para "el inicio formal del diálogo".

Pero además, destacó como un segundo avance que la aceptación del cardenal Julio Terrazas, la máxima autoridad de la Iglesia Católica en Bolivia, y de algunos embajadores, a quienes no identificó, como "facilitadores o garantes" de las conversaciones.

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