El Gobierno argentino habla ahora de complot

El Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner añadió ayer una versión digna de culebrón televisivo a la polémica causada por la invasión de las premisas del Grupo Clarín por 250 inspectores de Hacienda, ocurrida el pasado jueves.

Si el viernes el Ejecutivo eximió de responsabilidad al director de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray, y destituyó fulminantemente a dos directivos menores, a los que considera responsables de haber ordenado la inspección, ayer el Ejecutivo señaló que "alguien" ha pagado por el operativo contra Clarín.

Esta versión, que el diario calificó de "insólita teoría del complot", llegó de boca del jefe de Gabinete de ministros, Aníbal Fernández, quien concedió una extensa entrevista a Radio Continental.

Según Fernández, los allanamientos a las empresas del grupo Clarín fueron "una maniobra intencionada para hacer quedar mal al Gobierno".

"Acá hay una operación que alguien ha financiado y que nosotros nos ocuparemos de buscar la vuelta y descular quién fue realmente el responsable de lo que sucedió y ponerlo a la luz del día", dijo Fernández.

Para el director de Clarín, el Gobierno pretende desviar la atención

De acuerdo con la versión ofrecida por el jefe de Gabinete de ministros, el operativo habría sido montado para ensuciar la imagen del Gobierno, y hacer creer a Clarín y al mundo que el Ejecutivo buscaba atacar al mayor grupo mediático del país, con quien mantiene un profundo desacuerdo a propósito de la propuesta de ley de medios.

Para el director de Clarín, Ricardo Kirschbaum, la teoría expuesta por Fernández es "un disparate". "Parece un chiste. Ni ellos se lo creen. Tratan de buscar una excusa para lo que hicieron, lo hacen para desviar la atención", dijo a Público Kirschbaum.

"Es una operación que montó el Gobierno y le salió mal. [La teoría de Fernández] busca una forma de quedar mejor, porque el Gobierno quedó muy mal", agregó.

La Sociedad Interamericana de Prensa protesta por el operativo

Por su parte, el editor adjunto del diario, Ricardo Roa, acusó al Gobierno, en una columna publicada ayer, de preparar teorías conspirativas en cuanto algo se le volvía en contra, y subrayó la gravedad de que un organismo público como AFIP pudiera estar "penetrado por la corrupción".

Por otro lado, Clarín ha recibido el apoyo de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que calificó el operativo como "aparatoso" e "intimidatorio" y también de algunos diputados y gobernadores de los partidos políticos que se oponen al Gobierno, informa Ana Delicado.