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El Gobierno de Chávez convoca a sus seguidores a expresar su apoyo a la expulsión de HRW

EFE

El Gobierno venezolano convocó hoy a una marcha para apoyar la decisión de expulsar del país a dos representantes de Human Rights Watch, entre críticas de la oposición y aplausos por parte de los partidarios del presidente Hugo Chávez.

El ministro venezolano de Información, Andrés Izarra, anunció que las voces de aprobación a la medida serán rematadas con una marcha vespertina hasta el palacio presidencial, a la que convocó después acusar a HRW de formar parte de un "plan para generar un golpe" contra Chávez e incluso perpetrar "un magnicidio" en contra del mandatario.

"El plan está en marcha" y la ONG "es solo uno de los actores" del complot, una "organización fachada de Estados Unidos para intervenir en los países", aseguró Izarra, luego de la expulsión la pasada noche del director para las Américas de HRW, José Miguel Vivanco, y el subdirector Daniel Wilkinson.

Izarra insistió en que será una marcha "para que el pueblo respalde" la expulsión, sin precisar si Chávez hablará ante sus seguidores.

El Gobierno venezolano expulsó a Vivanco, con pasaporte chileno, y al estadounidense Daniel Wilkinson, horas después de la presentación en Caracas de un informe de HRW que destaca que en diez años de gestión el "presunto compromiso" democrático de Chávez es "contradictorio con el desprecio" a las "garantías institucionales y derechos fundamentales" que le achacó.

"Particularmente serio es el debilitamiento sistemático, y creemos deliberado, de las instituciones democráticas", aunque "Venezuela no es el país donde más se violan los derechos humanos en la región", afirmó Vivanco y apuntó explícitamente a Colombia y Cuba.

Una nota de la Cancillería, difundida en la noche, indicó que la expulsión fue decidida "con base en los valores constitucionales de defensa de la soberanía nacional y la dignidad del pueblo venezolano", e indicó que Vivanco y Wilkinson entraron esta semana en el país con visado de turismo.

El militar que les informó de la medida gubernamental en el hotel en el que se alojaban, les explicó, a su vez, que ese visado solo les facultaba a efectuar actividades de "esparcimiento y recreación", según se pudo ver en imágenes de la estatal Venezolana de Televisión difundidas hoy.

La medida "evidencia una grave intolerancia del Gobierno", manifestó hoy en un comunicado el Foro Penal Venezolano, que aglutina a diversas organizaciones de derechos humanos de ese país críticas al Gobierno.

"Reviste gravedad y genera consecuencias internas y externas que disminuyen las garantías y los derechos", añadió.

Alertó del agravamiento de una "persecución a la disidencia" por parte de un Gobierno que va "hacia una ruptura aislante" de la comunidad internacional.

La "verdadera razón" que motivó la expulsión es "la molestia que produce en los más altos funcionarios la veracidad del informe sobre el desgaste de la democracia y la violación a los derechos humanos" durante la gestión de Chávez, afirmó, por su parte, el presidente del partido democristiano opositor COPEI, Luis Ignacio Planas.

La expulsión demuestra el "poco interés que por los derechos humanos tiene este Gobierno intolerante que, además, no tiene argumentos para desvirtuar el diagnóstico sobre la realidad venezolana de exclusión, violencia, segregación, violencia y de deterioro de las instituciones", añadió.

"La verdad no se ocultará expulsando del país a quienes advierten" de ello, afirmó.

Por el contrario, "al quedarse sin argumentos para desmentir ese diagnóstico", el Gobierno "recurre a su tradicional estilo de intentar desacreditar", agregó Planas, en alusión a descalificativos personales del vicepresidente de la Comisión de Política Exterior de la Asamblea Nacional, Carlos Escarrá, respecto a los expulsados.

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