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El Gobierno checo aplaza la ratificación del escudo antimisiles

Reuters

El Gobierno checo ha retirado temporalmente de un proceso de ratificación parlamentaria los tratados sobre la instalación en su territorio de un radar de defensa estadounidense, ante la amenaza de la oposición de rechazarlos en una votación.

La decisión subrayó el martes la debilidad del Gobierno de centroderecha en la Cámara y podría retrasar la ratificación del decreto durante meses o incluso congelarla por un periodo impredecible de tiempo.

El Gobierno del ex presidente de Estados Unidos George W. Bush acordó con la República Checa instalar una base para un radar al suroeste de Praga, como parte del plan de expansión del escudo de defensa antimisiles que EEUU prepara para protegerse de cualquier ataque de países como Irán.

El plan también solicita la instalación de una batería de misiles antiaéreos en Polonia, el vecino de mayor tamaño de los checos en Europa central.

"Esto no significa que estemos renunciando al proceso de ratificación", dijo el primer ministro, Mirek Topolanek, en un discurso emitido en directo por televisión.

"Podemos devolver este material a la Cámara Baja en cualquier momento", aseguró.

La oposición aprovechó el martes la ausencia de varios diputados del Gobierno para poner el tema en la agenda de la Cámara Baja, amenazando con forzar una votación que podría hundir los acuerdos.

Topolanek añadió que el Gobierno volvería al tema después de mantener conversaciones con la administración estadounidense y de la cumbre de la OTAN en Estrasburgo y Kehl.

La cumbre se realizará entre el 3 y el 4 de abril y el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, viajará entonces a Praga para reunirse con líderes de la Unión Europea el 5 de abril. Los checos ostentan la presidencia de turno de la UE hasta finales de junio.

Obama ha mostrado menos interés que Bush en el sistema de defensa antimisiles, diciendo que la necesidad del sistema se reduciría si Irán renunciara a su programa nuclear.

Sin embargo, ha negado haber ofrecido a Rusia un acuerdo bajo el cual Estados Unidos reduciría el ritmo del despliegue del sistema a cambio de ayuda de Moscú con Irán.

Rusia considera el proyecto de defensa antimisiles como una expansión militar de Estados Unidos cerca de sus fronteras, hacia los países del extinto pacto de Varsovia que estuvieron bajo control de la Unión Soviética.

No hubo comentarios inmediatos del Kremlin.

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