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El Gobierno crea un nuevo índice que no garantiza que las pensiones mantengan el poder de compra

La ministra presenta a los sindicatos un mecanismo que se basa tanto en la inflación como en los ingresos y gastos de la Seguridad Social. En todo caso, habría siempre una subida mínima de las jubilaciones del 0,25%

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La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, ha propuesto este lunes a los agentes sociales un nuevo sistema de revalorización de las pensiones que no se base únicamente en la evolución de la inflación, sino también en los ingresos y gastos del sistema.

Así lo ha planteado la ministra Fátima Báñez este lunes a los sindicatos CC.OO. y UGT, con los que se ha reunido durante algo más de hora y media. La titular de Empleo y Seguridad Social, ha explicado que la idea es que ningún gobierno pueda congelar o bajar la cuantía de las pensiones, a través de la introducción de un índice mínimo de revalorización que deberá aplicarse obligatoriamente todos los años.

Este nuevo mecanismo propone que las pensiones dejen de revalorizarse sólo con el IPC por lo que, a pesar de asegurar que ni bajarán ni se congelarán, no garantiza que mantengan siempre el poder de compra.  Dicha fórmula entraría en vigor el 31 de diciembre de 2013 y tendrá en cuenta no solo el IPC  sino también los ingresos, gastos, déficits y superávits del sistema.

'En todo caso habrá ganancia año a año', ha dicho Báñez, apuntando que la subida mínima será del 0,25% y el máximo de incremento será el IPC más 0,25%. 'En años de bonanza los pensionistas ganarán algo más del IPC', ha destacado. Es decir, aunque contempla una subida mínima de las pensiones,  no garantiza que su actualización compense la del IPC, por lo que no ganaría poder de compra. Esto significa que, al establecer un techo del IPC +0,25%, para 'cuando las cosas vayan muy bien', en estos momentos de recesión, subirán las pensiones pero no tanto como la cesta de la compra.

En estos momentos de recesión, la aplicación del Índice de Revalorización de Pensiones -que espera consensuar con los agentes sociales y con los grupos en el Pacto de Toledo- supondría que crezca por debajo de los precios ya que se prevé que arroje un déficit este año.

Bañez ha explicado que también se abrirá un proceso de diálogo con los grupos políticos en el seno del Pacto de Toledo, sede donde se debaten en el parlamento los cambios en la Seguridad Social, ya que el Gobierno presentará previsiblemente un texto durante de este mes con su propuesta de cambio porque su intención es que la reforma esté aprobada a finales de este año.

Bañez ha explicado también que aprobará el factor de sostenibilidad basado en un sistema solidario y autofinanciable en el que mantendrá un pacto generacional que tanto nuevos pensionistas como más antiguos tendrán pensiones similares.  Otro mecanismo que tendrá en cuenta la esperanza de vida de los futuros pensionistas y que entrará en vigor en 2019, ocho años antes de lo previsto por la actual ley.

La última reforma de las pensiones que entró en vigor a comienzos de 2011, contemplaba que a partir del año 2027 se introdujera ese factor de sostenibilidad. Ahora el Gobierno adelanta su aplicación tal como lo reclamaba la Unión Europea.  La entrada en vigor, no obstante, es un poco más tarde de lo que planteaba la comisión de expertos que apuntaba que se pusiera en marcha el próximo año.

La ministra ha dicho que el objetivo es que 'ante contribuciones iguales de todos los españoles, los de hoy y los de mañana reciban prestaciones similares'. Báñez ha explicado que el año en que un trabajador se jubile se tendrá en cuenta la esperanza de vida y se multiplicará por un coeficiente corrector de esa esperanza de vida. Además, ha indicado que debe haber una 'solidaridad entre generaciones' y ha reiterado que esta fórmula se revisará cada cinco años y se aplicará de una sola vez.

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