El Gobierno paquistaní rechazó hoy la propuesta de la ex primera ministra Benazir Bhutto de pedir ayuda a la "comunidad internacional" para investigar el doble atentado terrorista del pasado día 18 en la sureña Karachi, que acabó con la vida de 153 personas.

"Nuestras agencias están llevando una investigación de una forma muy objetiva y tenemos que confiar en nuestra capacidad en lugar de implicar a investigadores extranjeros innecesariamente", aseguró en Islamabad el ministro del Interior, Aftab Ahmed Khan Sherpao.

Sherpao, ex miembro del Partido Popular de Pakistán (PPP) de Bhutto, reconoció que hasta ahora las autoridades paquistaníes no han conseguido esclarecer si el doble atentado dirigido contra la ex primera ministra fue perpetrado por uno o dos suicidas.

La primera versión ofrecida por el Ministerio del Interior era que el terrorista suicida había hecho primero estallar una granada para después activar el chaleco con explosivos que vestía.

Una fuente de seguridad dijo hoy a Efe que la Policía de Karachi ha determinado que se trató de la acción de dos suicidas, porque se hallaron dos cabezas seccionadas en el lugar del ataque y por el número elevado de víctimas que causaron las dos explosiones.

Sherpao no se pronunció sobre otra de las exigencias de Bhutto, que escribió una carta al presidente del país, el general Pervez Musharraf, dos días antes de volver a Pakistán para darle el nombre de tres personas a las que habría que investigar si a ella le ocurría algo.

El titular de Interior se limitó a señalar que la decisión final se tomará después de la pertinente investigación.

El doble atentado tuvo lugar cuando la comitiva de Bhutto, quien llevaba ocho años y medio en el exilio tras huir de los cargos de corrupción que pesaban sobre ella en Pakistán, marchaba por las calles de Karachi entre cientos de miles de personas que le daban la bienvenida.

La ex primera ministra, en rueda de prensa, lamentó hoy que el Gobierno rehúse la ayuda internacional en la investigación del atentado, y reiteró su temor a que se puedan producir nuevos ataques contra sus residencias en las ciudades meridionales de Karachi y Larkana.

Bhutto pretendía que participaran en la investigación expertos en terrorismo de EEUU y Gran Bretaña, los dos países que han facilitado su retorno a Pakistán, tras acusar a los servicios de seguridad paquistaníes de estar "infiltrados por Al Qaeda".