El Gobierno ha pedido a los empresarios españoles que se fijen en los italianos, que se han ofrecido para comprar deuda de su propio país. Así lo han hecho hoy tanto la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Economía, Elena Salgado, como el ministro de Fomento y portavoz del Ejecutivo, José Blanco, en sendas entrevistas en la radio. 

Salgado ha pedido sentido de Estado y responsabilidad a la CEOE, que ayer lunes criticó la medida del Gobierno de anticipar el pago a cuenta del Impuesto de Sociedades porque, a su juicio, restará capacidad financiera a las grandes empresas. Para la ministra se trata de una medida razonable que servirá para apuntalar el crecimiento y bajar el déficit.

Blanco pide a la CEOE que supere el 'lenguaje facilón de la derecha'

Según Salgado, lo que se pide a las empresas es que anticipen unos recursos, como hacen los ciudadanos, que financian por adelantado gastos y que luego en su declaración de la renta se les devuelve ese dinero. La titular de Economía ha explicado que, si bien el tipo del Impuesto de Sociedades es del 30 % para las grandes empresas, el tipo efectivo está incluso por debajo del 20 %, gracias a las bonificaciones y a las deducciones.

La ministra ha aclarado que, más allá de la CEOE, ha habido empresarios que le han comunicado que están dispuestos a aceptar esta medida de anticipar los pagos a cuenta del Impuesto de Sociedades.

Mucho más crítico con el empresariado español se ha mostrado el ministro de Fomento, José Blanco, quien ha pedido a la CEOE que 'ponga algo de su lado para tratar de acelerar la recuperación'. 'Se está viendo cómo algunos empresarios han salido a manifestar que están dispuestos a comprar deuda de su país', ha añadido en referencia a Italia.

'Todo el mundo tiene que contribuir a la salida de la crisis', ha afirmado Blanco, quien cree que la patronal 'mucho habla de reformas, pero tampoco pone todo lo que puede poner para que vayan más deprisa y para que puedan ser acordadas'. Por esa razón, ha pedido a la CEOE que supere 'ese lenguaje facilón de la derecha consistente en decir que hay que hacer reformas, sin decir cuáles, ni cómo, ni el contenido de las mismas'.