Este artículo se publicó hace 14 años.
El Gobierno tailandés anuncia que se prepara para resolver la crisis
El primer ministro de Tailandia, Abhisit Vejjajiva, aseguró hoy que su Gobierno se prepara para recuperar el control del corazón de Bangkok, ocupado desde hace tres semanas por miles de manifestantes que exigen la disolución del Parlamento.
Al día siguiente de rechazar el plazo de treinta días dado por llamados "camisas rojas" para disolver el Legislativo, el primer ministro se dirigió a los tailandeses por la televisión para reafirmar que su Gobierno busca una salida de la crisis.
"El proceso para solucionarla está en marcha y no complace a todos. El Gobierno y no solamente los militares, se prepara para el siguiente nivel", dijo el jefe del Ejecutivo tailandés sin facilitar más detalles.
Vejjajiva precisó durante su intervención, que la ocupación del corazón comercial de la capital tailandesa por los "camisas rojas" es parte del complejo problema político que afecta al país.
"Nuestro objetivo es recuperar la normalidad, por lo que el Gobierno examina todos los posibles movimientos de los camisas rojas antes de actuar para solventa el problema por entero", añadió.
El jefe del Ejercito, general Anupong Paochinda, aseguró que en las Fuerzas Armadas no hay fricciones motivadas por inclinaciones políticas, aunque confirmó que "algunos soldados en activo y retirados han tomado parte en las manifestaciones y empleado armas para atacar" a las fuerzas de seguridad.
En su comparecencia junto al primer ministro, el general Paochinda, a su vez responsable de la seguridad en Bangkok, señaló que el Ejército y la Policía se centran ahora en identificar y detener a los "camisas rojas" que ocultan armas de fuego.
"Hay algunos problemas individuales, pero no son significativos. La institución militar permanece solida", apuntó el jefe del Ejército.
La intervención televisada de primer ministro y del jefe del Ejercito, grabada el día anterior, fue interrumpida pocos minutos después de que comenzase, al parecer a causa del bloqueo de la señal, dijo el ministro de Telecomunicaciones, Sathit Wongnongtoey.
La oferta de los llamados "camisas rojas, que han montado en el corazón de la cosmopolita Bangkok un campamento que sintoniza con el medio rural del que proceden la mayoría de ellos, consistía en poner fin a la invasión a cambio de que el Ejecutivo disuelva el Legislativo en treinta días, y ya no de inmediato como antes exigían.
Vejjajiva consideró "inaceptable" la propuesta de los "camisas rojas", a quienes acuso de emplear la "violencia e intimidación" durante las protestas que han causado 26 muertos y más de un millar de heridos en menos de un mes.
Al menos 45 granadas y artefactos explosivos han estallado en la capital tailandesa y provincias vecinas desde que el pasado 14 de marzo los "camisas rojas" reanudaron las protestas con la movilización de unas 100.000 personas.
La primera negociación entre los "camisas rojas" y el Gobierno para llegar a un acuerdo, fracasaron a raíz de que los líderes de la movilización rehusaran la oferta del primer ministro se convocar elecciones anticipadas a finales de este año.
Tailandia está inmersa en una profunda crisis política fruto de la lucha entre los detractores y seguidores de Shinawatra, depuesto en la asonada de 2006 después gobernar durante casi seis años.
Exiliado y prófugo de la justicia tailandesa, el multimillonario Shinawatra, sobre el que pesa en Tailandia una pena de dos años de cárcel por corrupción y abuso de poder, dirige y financia las protestas desde un país de conveniencia.
Los "camisas rojas" provienen en su mayoría de las zonas rurales del norte y noroeste del país, las de mayor densidad demográfica y feudos de los testaferros de Shinawatra. EFE
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