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El Gobierno se ve obligado a pactar su plan anticrisis

La Cámara convalida el decreto de fomento del empleo, pero lo tramitará como proyecto de ley

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La soledad del PSOE empieza a pasarle factura al Gobierno. Ayer, el Congreso de los Diputados obligó a los socialistas a tramitar como proyecto de ley el decreto de fomento del empleo, una medida prioritaria en la política económica del PSOE. Fue el requisito que CiU puso para apoyar su convalidación. Sin el apoyo de los diez diputados catalanes, la Cámara habría tumbado la norma.

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Al final, el decreto fue convalidado gracias a los escaños de PSOE, CiU, BNG, CC y UPN. La segunda votación fue aún más dura. Conscientes de que saldrían derrotados, los socialistas tuvieron que tirar de pragmatismo y apoyar la tramitación del decreto como proyecto de ley. Como viene ocurriendo en las últimas semanas, el PSOE cambió su voto para evitar quedarse sólo frente al resto de la Cámara.

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«El socialismo crea paro», afirma el portavoz del PP Cristóbal Montoro

Al Gobierno, sin embargo, le sale caro. Aunque el decreto entra en vigor, la tramitación como proyecto de ley abre el melón y permitirá a los grupos introducir enmiendas. La situación se da además en el peor momento para el PSOE. Sin una mayoría clara, los socialistas sudarán sangre para evitar que ciertas reivindicaciones de CiU, PNV y PP entren en el articulado. Fuentes de la izquierda parlamentaria temían ayer que la "derecha" trate de aprovechar la oportunidad para ensayar toda una reforma laboral.

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No es la primera vez que el Ejecutivo tiene que aceptar enmiendas de la Cámara. Hace sólo dos semanas, el Congreso sometió la ley que permite la fusión de medios audiovisuales al mismo trámite. Entonces, los grupos minoritarios criticaron la intención del Gobierno de legislar saltándose al Parlamento. En el debate de ayer, Gaspar Llamazares lo repitió. El diputado de IU justificó en parte su rechazo al texto por la "irrefrenable tendencia del Gobierno" a utilizar la vía del decreto-ley para evitar el debate de sus iniciativas. Varios portavoces llamaron también la atención sobre la ausencia de acuerdo en la mesas de concertación social.

Un decreto insuficiente

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CiU reclamade nuevo que se aborde la reforma del mercado laboral

La mayoría de la críticas se centraron, sin embargo, en el contenido del decreto. Todos los grupos de la oposición coincidieron en asegurar que la medidas propuestas por el Gobierno resultaban "insuficientes y coyunturales". "Es como iluminar Versalles con una cerrilla", ilustró el vasco Emilio Olabarría, parafraseando aFernández Toxo.

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Fue el PP quien con más saña cargó contra el ministro de Trabajo. Minutos antes, Corbacho había apelado a la responsabilidad de los grupos para actuar de forma urgente. "Difícilmente se puede estar en contra de estas medidas", aseguró. El portavoz de Economía del PP, Cristobal Montoro, sin embargo, lo estuvo "para no frustar las expectativas de los españoles". "Estan ustedes devolviéndonos a la España del paro", le recriminó para concluir doctrinal: "El socialismo crea paro".

Pero incluso los grupos que dieron su apoyo al Gobierno atacaron la medida. El catalán Carles Campuzano enumeró hasta siete cuestiones que su grupo reclama que se introduzcan en la ley. Acto seguido volvió a exigir la reforma del mercado de trabajo y la flexibilización "de las negociaciones colectivas paralas empresas".

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