Este artículo se publicó hace 15 años.
Los gobiernos de España y Aragón contactan con el alemán para negociar la financiación
Los gobiernos de España y Aragón ya han contactado con el alemán para negociar la financiación y garantías de los estados a la futura Opel, que tendrán que cerrarse antes de se firmen los acuerdos de compra por Magna y su socio ruso Sberbank, previstos para finales de noviembre.
Así lo ha destacado hoy el consejero de Industria del Gobierno de Aragón, Arturo Aliaga, quien ha asegurado que el preacuerdo alcanzado ayer por los sindicatos de la planta de General Motors de Figueruelas (Zaragoza) y Magna es "el menos malo posible", porque sienta las bases de futuro, y espera que sea refrendado por la plantilla para evitar entrar "en otro túnel".
Aliaga ha precisado que los gobiernos de Aragón y de España enviaron ayer mismo una carta al Ejecutivo de Angela Merkel para transmitirle que están "preparados" para compartir el apoyo financiero y de garantías que precisa la compañía, junto con el resto de gobiernos europeos con plantas, la segunda fase en el proceso de compra de GM Europa por parte de Magna, para que después la Unión Europea lo sancione.
En ese aspecto, ha recordado que el Gobierno de Aragón tiene dispuesto un aval de 200 millones de euros, que se condicionó a la fabricación en Figueruelas del nuevo Meriva, sobre la que no hay "ninguna incidencia" y sigue con los plazos previstos, para abril de 2010.
Aliaga ha hecho hincapié en que el preacuerdo sobre Figueruelas, que incluye 900 despidos, la parte más "dura y dolorosa", supone ver "una luz al final de un túnel" ante la situación financiera de la matriz estadounidense y la caída en la venta de automóviles.
No obstante, ha considerado que el ajuste de personal es "coyuntural", ya que al garantizarse una capacidad de producción de 478.000 vehículos se podría "minimizar" si repunta el mercado del automóvil.
Ahora, ha dicho, son los sindicatos y Magna los que tienen que pactar ese ajuste de personal, porque está pendiente el plan de ahorro de los trabajadores, una cuestión que se tiene que negociar a lo largo de las próximas semanas.
Con el acuerdo, ha explicado, se han conseguido mantener las dos líneas de producción, con una modernización de la más flexible, aunque no antes de 2011, y garantizar nuevos modelos para Zaragoza, con el Meriva a partir de 2010 y desde 2013 la plataforma del nuevo Corsa, que permitirá fabricar el de cinco puertas y compartir con la planta alemana de Eisenach el de tres y que se produzcan en Zaragoza todos los modelos derivados, con el Combo.
Desde el punto de vista industrial, se ha despejado el "temor" a que se derive producción a Alemania, al garantizarse un volumen en Figueruelas del 70% hasta 2013 y del 72% a partir de ese año, mientras que la alemana de Eisenach tendrán el como máximo el 30 y el 28 por ciento, y al que la nave de prensas del Meriva, del Corsa de cinco puertas y de las partes comunes del de tres y cinco puertas se mantienen en la factoría zaragozana.
Aliaga, quien ha repasado la cronología del proceso en el que está inmersa GM desde hace un año y las negociaciones con los posibles compradores de Opel, con "más o menos injerencias del Gobierno alemán", ha subrayado que ha sido "clave" para alcanzar el preacuerdo "mirarnos a los ojos con los directivos de Magna", que al descender "al detalle" han comprendido que el trato dado a la planta de Figueruelas era "injusto", porque es la más productiva de Europa.
Para el consejero de Industria, el acuerdo es "razonable", con un ajuste de personal necesario por la situación "delicada" de la compañía, que precisa financiación ajena respaldada por los gobiernos y por la situación del mercado, que "no es lo boyante para que salgan de las plantas más vehículos, que mejorarían las cuentas de resultados".
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